Una denuncia que inicialmente llegó a la UFI Cavig y posteriormente fue remitida al Segundo Juzgado de Faltas generó un profundo revuelo. Aproximadamente 15 estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño han acusado a un compañero de utilizar Inteligencia Artificial (IA) para "desnudarlas" digitalmente. El acusado luego publicaba estas imágenes alteradas en un sitio web de contenido pornográfico. Además, ofrecía sus servicios de edición de imágenes por IA para desnudar a mujeres a cambio de dinero, facturado en dólares. Aunque los hechos ocurrieron en julio, solo salieron a la luz este jueves debido a que las estudiantes afectadas decidieron hacerlo público.

El individuo en cuestión, identificado como M.P., está siendo acusado de extraer fotos de sus compañeras de Arquitectura, Diseño Gráfico y Diseño Industrial de redes sociales como Instagram y Facebook. Luego, utilizando la Inteligencia Artificial, editaba las imágenes para que las chicas aparecieran desnudas, para posteriormente subirlas a un sitio web para adultos. "Nos tomaba fotos en distintos contextos, como en la playa, en un centro comercial o cualquier lugar, y luego nos desnudaba digitalmente. Las fotos parecían reales, pero sabemos que no era nuestro cuerpo. Él las subía y lucraba con nosotras", expresó una de las 15 denunciantes.

¿Cómo se enteraron? Una estudiante de cuarto año de la carrera de Diseño Gráfico relató que durante las vacaciones de julio, una amiga le alertó sobre la presencia de sus fotos en un sitio web pornográfico. "Publicaba dos fotos: la original en la que estábamos vestidas y luego la versión manipulada. Era necesario pagar para acceder a la imagen", detalló. El usuario, bajo el nombre "MarioMJohn68", ofrecía también un servicio para desnudar a cualquier mujer mediante IA: "Desnuda a cualquier chica con este bot de Telegram". Aunque no se especificaba, era evidente que este servicio también era remunerado. "Tremendas perritas calientes, todas completamente desnudas gracias a un bot milagroso", describía el perfil que contaba con 134 seguidores. Tras la denuncia, el perfil fue cerrado, aunque las capturas de pantalla realizadas por las estudiantes lo documentaron.

Las víctimas acudieron a la UFI Cavig para presentar la denuncia. Aunque la mayoría compartía la misma carrera con el acusado, algunas eran vecinas o conocidas suyas, e incluso una de ellas era menor de edad. A pesar de que se le incautaron dispositivos móviles para la investigación, el acusado solo recibió medidas de restricción hacia algunas de las denunciantes. Paralelamente, publicó en sus redes que había sido víctima de un hackeo, algo que las afectadas no creen.

Una de las afectadas mencionó que la Facultad puso a disposición una abogada institucional, pero la próxima semana las denunciantes planean contratar otros profesionales. En este jueves, parte de las víctimas se presentaron en la UFI Cavig para conocer el estado de la situación y se enteraron de que la causa había sido transferida al Segundo Juzgado de Instrucción. "Nos explicaron que no existe una ley que aborde este tipo de delitos. No encaja ni en violencia cibernética ni en ningún otro delito de ese tipo. Nos dicen que la tecnología ha avanzado más rápido que la Justicia, pero nosotras quedamos atrapadas en el medio. No contamos con una ley que nos proteja, y nuestras fotos con nuestras caras han sido vistas por muchas personas", lamentaron las estudiantes.