La primera vez no fue condenado con prisión de cumplimiento efectiva, pero esta vez ya la Justicia lo mandó al penal. Lo curioso es que las dos causas en las que se le juntaron las condenas es por pegarle a policías en distintos procedimientos.

Se trata de Sergio Antonio Peñaloza, un delincuente que en ambas ocasiones aprovechó el quite de las esposas y empleó la técnica del cabezazo en un intento de amedrentamiento para con efectivos policiales.

El pasado 30 de abril, Peñaloza fue detenido en un procedimiento flagrante y cuando lo llevaron al médico legista, el personal le quitó las esposas para que lo revisen, pero éste insultó al uniformado y le propinó un cabezazo en la frente, provocando lesión en el rostro a la altura del ojo izquierdo.

En aquella ocasión no fue a prisión de cumplimiento efectiva, pero sólo sería cuestión de tiempo, porque luego, cuando un uniformado de la Comisaría 24ª lo trasladaba al Hospital Rawson por un motivo similar, Peñaloza le dio un cabezazo en su rostro, lesionándole su labio inferior.

Tras armárseles causa por estos episodios de atentado contra la autoridad, la Justicia lo condenó a seis meses de prisión efectiva, por lo que deberá cumplir esos meses en el penal. Además, la causa por el delito flagrante por el que se lo detuvo, posiblemente le haga engrosar su estadía en el Servicio Penitenciario de Chimbas.