Este lunes, un sujeto fue sentenciado en el sistema de Flagrancia luego de robarle un teléfono celular a su propio amigo en Rawson. A pesar de no ir a prisión, Lucas Jonathan Herrera recibió prohibición de acercamiento a la víctima de 100 metros, 80 horas de tareas comunitarias a realizar en un plazo de 6 meses en la Municipalidad de Rawson y una reparación simbólica de $3.000 en favor de merenderos y reglas de conducta. 

El hecho se produjo el último domingo a las 08:45. Personal policial del Comando Sur, junto a personal de Comisaría 24 del Departamento Rawson, fueron comisionados por la operadora del CISEM a calles Comandante Cabot esquina Segundino Navarro, donde se estaba produciendo una gresca entre dos jóvenes. Llegados al lugar, los uniformados observaron a dos sujetos tomándose a golpes de puño en plena calle.

Al darse cuenta de la presencia policial, uno de ellos ingresó a la vivienda ubicada en la esquina. Cuando los policías entrevistaron al joven que se quedó en el lugar, dijo que instantes antes había dejado a su amigo en la casa de esa esquina y, cuando fue a intentar arrancar su auto, el mismo no arrancó y buscó su celular, pero no lo encontró y supuso su amigo se lo había sustraído. 

Ante esto, llamó a la puerta del compañero, exigiéndole el aparato y negándose el mismo de manera violenta, por lo que se trenzaron en lucha en plena calle. Con esta información, los funcionarios tocaron la puerta de la vivienda y fueron atendidos por la madre del sujeto, quien les permite el ingreso y procedieron a su aprehensión, preguntándole sobre el celular del amigo, negando tenerlo. 

Pero en ese momento comienza a sonar un teléfono, proviniendo el sonido de adentro del cajón de la mesa de luz de la habitación, por lo que los policías en el lugar consultan a la madre si ese artefacto era de propiedad de su hijo, a lo que responde que no, que el celular de su hijo era el que estaba sobre la mesa de luz, no el que sonaba.