Crimen de Celeste Luna: cuenta regresiva para el juicio contra su ex
Matías Daniel Mallea, agente de la Policía de San Juan será juzgado a partir del 23 de mayo. El efectivo aseguró que la joven se suicidó con su arma reglamentaria pero las pericias apuntan a un femicidio.
Por el femicidio de Celeste Luna en el año 2019, el Ministerio Público Fiscal oficializó la fecha del juicio contra Matías Daniel Mallea, oficial de la Policía y por ese entonces pareja de la víctima. El juicio se llevará a cabo en la Sala II de la Cámara Penal en el Palacio de Tribunales el próximo 23 de mayo. Luna fue asesinada de un tiro en la frente, por el hecho, la fiscalía pediría perpetua para su ex pareja.
El hecho ocurrió en el interior de una vivienda en la Villa Hipódromo el pasado medio día del 15 de diciembre del año 2019. En esa casa vivía la pareja junto a la familia del acusado. La investigación comenzó y quedó instaurada la hipótesis de que el femicidio fue en medio de una discusión por un cachorro Weimaraner del agente.
Según informaron fuentes del caso, la pareja estaba junta desde hacía 1 año y 4 meses y en convivencia llevaban tan solo un mes. El 15 de diciembre se habría producido una discusión en el interior de la habitación que Luna y Mallea compartían. En un principio, la discusión habría iniciado por un cachorro porque Luna estaba cansada de limpiar las heces y orina del perro. El principal y único acusado desde un principio mantuvo la versión de que la misma víctima se habría disparado con el arma reglamentaria del agente.
Ahora, los jueces Silvina Rosos de Balanza, Maximiliano Blejman y Juan Bautista Bueno analizarán la prueba en un debate oral y público, para luego decidir si deben o no mantener la imputación de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de género.
El relato de su madre y su hermano que al momento del hecho estaban en la casa dijeron que no escucharon discusiones previas, pero los pesquisas consideran entendible la versión por ser familiares del imputado, sin embargo, la fiscalía tiene pruebas que apuntan directamente al efectivo de la fuerza.
Las pericias realizadas en las manos tanto de la víctima como del acusado desmienten la versión de Mallea. Los rastros de deflagración que se descubrieron indican que ella tenía rastros de pólvora en las manos, como si las hubiese antepuesto en un último intento defensivo. Y él, tenía el triple de restos, concentrados en los lugares más expuestos a la explosión, como dedos índice y pulgar de la mano derecha.