Este viernes se llevó a cabo el juicio de cesura por el crimen de María Pérez en la Villa Paolini. El fiscal del caso contó en el móvil de Canal 13 que, como era de esperarse, se confirmó la condena a prisión perpetua para el criminal llamado Cristian Di Carlo. En ese contexto el entrevistado reveló todas las actitudes cínicas que cometió el asesino durante todo el proceso. Por ejemplo, fue a abrazar a los familiares de la jubilada que el mismo degolló.

Renato Roca, fiscal del caso, contó que en su momento fue el propio Di Carlo quien colaboró con ellos participando activamente como un testigo más del hecho. Este sujeto fue a dar sus declaraciones donde tenía que contar si sabía algo acerca del brutal asesinato que había sufrido su vecina de enfrente.

'Di Carlo el mismo día del hecho volvió a la escena del crimen, abrazó a los familiares de Pérez expresándoles el pésame. Él era el vecino de enfrente y se hizo el desentendido. Contribuyó como testigo de actuación dando huellas dactilares que no fueron aptas para el cotejo pero se levantaron en su momento. Vino a declarar citado para que comentara qué podía saber del caso, si había escuchado o visto algo. Declaró como testigo. Todo esto fue parte de su cinismo', recordó.

Sumado a esto, es importante explicar cuáles son los dos agravantes que se le endilgaron a Di Carlo por el homicidio que cometió. El primero de ellos es la alevosía ya que se comprobó que primero golpeó a María Pérez en varias partes del cuerpo, luego la ahorcó y para terminar con su vida degollando tras 30 minutos de tortura.

El segundo agravante es el de Criminis Causa, que es asesinar para que no puedan reconocer a la víctima debido a que ella lo conocía y fácilmente podía señalarlo como culpable si llegaba a sobrevivir.