En la UFI Delitos Especiales tienen en la mira a dos policías que supuestamente detuvieron ilegalmente a un hombre y le robaron 830.000 pesos, en Santa Lucía. Eso denunció la presunta víctima, identificada como Enrique Manuel Castro, quien culpó a dos efectivos de la comisaría 5ta que ahora se encuentran bajo una investigación penal y otra interna por cuenta de la Subsecretaría de Inspección y Control de Gestión de la Seguridad Pública. 

El hecho ocurrió el 21 de agosto en la madrugada. El denunciante dijo que se encontraba en Ruta 20 a metros de Gorriti, al lado de su camión y de su auto Renault Clio, cuando a eso de la 1.30 se le aproximaron dos policías, uno hombre y otra mujer. Castro aseguró que los efectivos andaban en una camioneta y que al momento de entrevistarlo no se identificaron. Según la versión del denunciante, les explicó que cuidaba sus vehículos. 

Relató que tras eso los uniformados inspeccionaron los rodados y que advirtieron que en el baúl del auto tenía $830.000. En ese momento, consta en la denuncia, los policías le indicaron a Castro que lo iban a trasladar a la comisaría jurisdiccional, la 5ta, y que le iban a realizar el test de alcoholemia. El denunciante contó que se negó, que les expresó que no había ingerido bebidas alcohólicas y que les pidió que no lo trasladaran.

No quería dejar todo ahí porque tenía sus pertenencias y el dinero, fruto de su trabajo, en el auto. Castro aclaró que el vehículo estaba cerrado con llave y que no tenía alarma. Agregó que a los policías no les importó su situación y que lo trasladaron a la seccional, donde pasó toda la noche y hasta las 13 del otro día. Indicó que le pidió a los agentes que lo acompañaran al lugar donde estaban los vehículos, ya que estaba preocupado. 

Y al llegar confirmó sus sospechas: el auto estaba con el vidrio trasero derecho y el del baúl roto, y no estaba el dinero. El denunciante manifestó que sólo faltaba la plata y que no había nada revuelto. Así, volvió a la 5ta a interponer la denuncia por el robo y cuando expuso el caso en la UFI Delitos Especiales que dirige el fiscal Renato Roca (asistido por el ayudante Maximiliano Gerarduzzi) vinculó a los dos policías.

Por disposición judicial, fueron allanados los domicilios de los dos funcionarios policiales acusados por el ataque delictivo ya que lo trasladaron esa madrugada y la sede de la comisaría 5ta (frente a la plaza de Santa Lucía). Si bien el dinero no apareció, fueron secuestrados los celulares de los sospechosos y el libro de guardia de la seccional. Por el momento los sospechosos se encuentran en libertad.