El escandaloso escrache a presuntos abusadores sanjuaninos es caso cerrado
La Justicia dejará de investigar las acusaciones realizadas en redes sociales contra jóvenes de la clase alta sanjuanina.
La Justicia cerró la causa por los escraches en redes a sanjuaninos acusados de abuso, acoso y hostigamiento. Así lo informaron altas fuentes judiciales a Canal 13. El pasado 12 de abril, el Ministerio Público Fiscal decidió ponerle fin a la investigación que llevaba a cabo el CAVIG y ANIVI.
Según trascendió, ninguna de las presuntas víctimas formalizó una denuncia contra los supuestos abusadores, la mayoría, jóvenes pertenecientes a la clase alta de San Juan.
Los escraches estallaron a partir del 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Agustina Naveda fue la joven que decidió exponer en su cuenta de Instagram, los nombres, fotos y testimonios de varias chicas que acusaban a los jóvenes de aberrantes situaciones de acoso, abuso y bullying.
Estas publicaciones generaron un alto revuelo en las redes sociales y se replicaron en miles de perfiles. A raíz de ello, el Ministerio Público Fiscal comenzó a investigar de oficio el caso y dispuso que la investigación sea realizada por el Centro de Abordaje de Violencia Intrafamiliar y de Género (CAVIG) y Centro de Abordaje Integral de Niños, Niñas y Adolescentes Víctimas (ANIVI).
Como parte de la investigación, los peritos informáticos de la Policía realizaron tareas para identificar los perfiles de las personas que aportaron los relatos (presuntas víctimas) como así también de los acusados (presuntos agresores).
Entre otras cosas, buscaban establecer la veracidad de los relatos publicados por Agustina Naveda, y las edades que tenían los involucrados al momento de ocurridos los hechos. La mayoría de los relatos indicaban que los hechos habían ocurrido cuando los involucrados cursaban la secundaria en un reconocido colegio privado de San Juan.
Si bien, la autora de los escraches había puesto a disposición a su abogada, la vice del Foro de Abogados, Sofía Lloveras, para asesorar a las víctimas que quisieran denunciar, no hubo ninguna presentación formal.
De este modo, el escandaloso escrache social a los jóvenes quedó cerrado para la Justicia.