El robo de un celular y las amenazas a su mujer: el escándalo de un abogado sanjuanino
El penalista fue denunciado por el hurto de un teléfono de la Justicia. Al parecer, se lo llevó sin querer y en casa le recriminó a la pareja que el móvil era de un amante.
El conocido abogado penalista Jorge Augusto Aguiar (59) recuperó la libertad sobre las 14 de este jueves luego de ser detenido durante la noche de ayer, acusado de sustraer un celular de la Justicia y de amenazar a su pareja. El letrado se había entregado minutos antes de las 22 en la UFI Delitos Especiales, a sabiendas de que existía una orden de detención contra su persona. En ese momento quedó preso y hoy, en la audiencia en la que fue imputado, Fiscalía no solicitó la prisión preventiva.
Es decir, quedó en libertad mientras avanza la investigación en su contra. Aguiar es defendido por Carlos Rivadero. En la audiencia de este jueves optó por no declarar ante el juez de Garantías Andrés Abelín Cottonaro. Según la teoría del fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales, Adrián Riveros, la denuncia contra el abogado Aguiar fue realizada por la fiscal Valentina Bucciarelli, coordinadora de UFI Anivi, cuyas oficinas funcionan en calle Rivadavia antes de Caseros, en Capital.
De ese lugar desapareció un celular marca Motorola utilizado por la Oficina de Enlace para contactar a víctimas de delitos o a sus familiares, explicaron los voceros. La denuncia indica que el aparato fue visto por última vez el pasado martes. Cuando el personal se dio cuenta, comenzó a hacer llamados al número, pero nadie atendía. Sin embargo, al día siguiente, es decir este miércoles por la mañana, probaron otra vez y en esta oportunidad la llamada fue atendida por una mujer de apellido Vera.
Se trataba hasta ese entonces de la pareja de Aguiar, con domicilio en Capital. En ese momento le solicitaron que se presentara en la UFI Anivi para devolver el celular y la mujer no solamente hizo eso, sino que además decidió denunciar al abogado pues dijo que la noche anterior había sido amenazada por él. Según su versión, el aparato había aparecido en la casa donde ella vivía con Aguiar y sus hijos, pero nadie se hacía cargo. Entonces el penalista comenzó a recriminarla.
La culpaba que seguramente el teléfono era de algún hombre con quien ella le era infiel y que si lo comprobaba "iba a haber un muerto". Es por eso que ella decidió encender el aparato y descubrió que podía ser de la Justicia. Así, atendió el llamado cuando escuchó que sonó. La acusación indica que Aguiar asistió a la UFI Anivi cerca del mediodía del martes, para informar que iba a hacerse cargo de la defensa de un imputado. Permaneció varios minutos y realizó un escrito en una oficina.
Fiscalía no aclaró si la sustracción del teléfono fue voluntaria. Todo indica que la Defensa sostendrá la teoría de que el aparato se traspapeló con las pertenencias de Aguiar y que se lo llevó sin querer. Lo cierto es que el juez Abelín Cottonaro concedió a Fiscalía un plazo de 4 meses para la investigación. Durante ese plazo, el imputado debe someterse al proceso sin entorpecerlo y debe presentarse una vez por mes ante la OMA para acreditar su comparecencia ante la Justicia.
Además, le impusieron prohibición de acercamiento y de contacto hacia la presunta víctima de amenazas. Si bien no declaró, el abogado pidió que le permitan sacar sus pertenencias (ropa, herramientas, juegos de living, una guitarra que "vale más que una 4x4" y demás cosas) de la casa donde vivía con su expareja. El juez dispuso que se gestionen las acciones para permitírselo. Al abogado le imputan hurto en perjuicio de la administración pública y amenazas en perjuicio de su entonces pareja.