Este martes se realizó una nueva audiencia en la causa por la desaparición forzada del Ingeniero Raúl Tellechea en 2004 que contó con un testimonio inesperado Cortez Páez, el ‘arrepentido’ tras el pedido de prisión perpetua por parte de la fiscalía para todos los imputados. “Llevaba 3 días drogado, tenía 19 años, lo único que quería era plata para seguir comprando merca y faso”, expresó pidiendo disculpas a los otros señalados y a sus familias negando toda vinculación con la Mutual de la UNSJ.

Ante el pedido del Ministerio Público Fiscal integrado por integrado por Francisco Maldonado y Dante Vega, la defensa oficial compuesta por Marcelo Fernández, Franco Montes y Sandra Leveque recusaron a ambos lo que fue denegado por el tribunal Oral Criminal Federal, con jueza sanjuanina Eliana Rattá y sus colegas puntanas Gretel Diamante y Carolina Pereira.

Acto seguido se invitó a los implicados a ampliar declaración en función de la nueva calificación, aludiendo que quien aporte algún dato importante podría tener algún beneficio. Esto fue tomado como una “pseudoextorsión” por los abogados de la parte acusada y se esperaba que nadie hablara, por lo que este hecho resultó sumamente sorpresivo.  

En un primer momento, Cortéz Páez le había dicho a Mauricio Tellechea que sabía dónde estaba el lugar del crimen de su padre, que lo habían tenido en cautiverio, dio nombres e hizo un croquis que señalaba la zona de Costa Magna, como el lugar donde podría estar el cuerpo del ingeniero. Pero resulta que hoy nuevamente cambió el relato.

El llamado ‘arrepentido’ se sentó en el banquillo y dijo que iba a responder todas las preguntas por parte de la fiscalía y de las defensas. Según trascendió, la nueva versión es que él había visto los afiches de Tellechea y decidió llamar y quedó de encontrarse con el hijo Mauricio. Dijo que estaba fumando un porro y lo primero que hizo fue pedirle plata, “yo estaba dado vuelta”, declaró.

“Yo a Tellechea nunca lo vi, es mentira lo que dice el hijo que yo le pedí ropa”, negó que los nombres que le dio a Mauricio Tellechea fueran personas de la mutual, por el contrario, dijo que son apellidos de personas que coincidían co el de otras a las que él le tenía bonca. El Moyano que nombró era otro, “un pendejo del barrio Aramburu con el que siempre me cagaba a piñas”.

Mientras los policías, uno era padre de un amigo con el cual él se drogaba y que no quería que su hijo se juntara con él.  El otro era uno que cuando lo encontraba en la calle lo detenía y lo llevaba porque lo veía comprando droga o fumando pero no losbque actualmente comparecen en la Justicia. Es decir, los nombres que tiró eran conocidos a los que quiso perjudicar que nada tenían que ver con el caso.

Ante el cambio propuesto por fiscalía que hasta el momento enfrentaban una pena de entre 8 a 25 años, se prevé una revisión de la situación actual de los 10 procesados que cursan el proceso en libertad, a los cuales se les podría dictar prisión preventiva. Se espera la contestación de las defensas y la resolución en la próxima audiencia que es el 3 de abril.

El fundamento del pedido de perpetua

La ampliación de la calificación legal está fundamentada en el artículo 142 ter de la ley 26.679 sobre delitos contra la libertad del Código Penal. En él se prevén tres circunstancias por las que cabría el agravante, uno de ellos es el fallecimiento de la principal víctima y el otro de la edad, ya que Tellechea tendría más de 70 años en este momento, este tendría lugar en el caso de que no se considere acreditada la muerte, ya que se trata de un delito continuado y él continúa desaparecido.

El tercero es el nacimiento en cautiverio, relacionado con la apropiación de bebés durante el proceso militar, que no correspondería al caso.

El abogado querellante dijo a Diario 13 que la muerte del ingeniero desaparecido seria fehaciente teniendo en cuenta las pruebas surgidas en el debate. Mientras que la defensa insistió en que eso no se ha comprobado y que los imputados no tienen nada que ver con este hecho.

Actualmente, Tellechea tendría 73 años, la agravación de la pena sería viable en estas condiciones, en el marco de la acusación por desaparición forzada, aunque no se pueda establecer a ciencia cierta que Raúl Tellechea murió o no.

Los imputados:

Hay dos grupos en orden a la participación, estos se dividen en hábitos de conducta en torno a dos circunstancias específicas, por un lado la privación de la libertad y por otro lado el ocultamiento de la suerte corrida por Raúl Tellechea. 

El primer grupo está compuesto por los ex directivos de la mutual Moyano, Castillo, Oro y Alonso al que se le suma el arrepentido Cortez Páez. Otro nombre converge en este grupo en la investigación es el del ex policía exonerado de la fuerza que se encargaba de hacer aprietes y cobranzas, Vicente Alberto Flores.

Flores no entra en el segundo grupo compuesto por oficiales de la policía por que trabajaba con los miembros de la mutual. El segundo grupo está compuesto por el ex jefe de la Policía Miguel Gonzales y el ex jefe de la comisión de investigación especial de la investigación para dar con el paradero de Tellechea, Mario León. No hay una acreditación de que haya habido un secuestro en el cual haya participado la policía, pero si hay un apoyo posterior al hecho, de acuerdo con Suárez Jofré anteriormente en Banda Ancha.

Esta nomina se completa con dos imputados, uno de ellos que entra en el segundo grupo pero está asociado a los ex directivos de la mutual, una empleada que realiza acciones vinculadas a la actividad policial de desviación, introduciendo pruebas falsas.

El último imputado es Marcelo Cachi con una participación singular en el esquema porque “es el único que en el primer grupo de procesados recibe una falta de mérito pero al solicitar el sobreseimiento".