La pesadilla en carne propia de la sanjuanina que grabó a su novio violento
Todo ocurrió en España. La joven vivió un verdadero calvario que se agravó durante el confinamiento por el Covid 19. Contó detalles agobiantes y cómo logró escapar de su agresor.
El jueves, una joven sanjuanina compartió en sus redes sociales el calvario que sufrió con su violento ex novio en España. En la publicación, compartió videos, fotos, chats y documentación que acreditaba el infierno que atravesó sola, lejos de su familia, a miles de kilómetros de San Juan. En diálogo con el Diario de Canal 13, Luz relató detalles de su sufrimiento y cómo logró escapar de su agresor.
La historia comenzó en San Juan donde conoció a su ex novio, Aldo Domínguez Moya. Estuvieron saliendo 4 meses y él se fue a vivir a España. Desde el viejo continente la invitó a vivir juntos, incluso dijo que le pagaba el pasaje. Pero ella prefirió quedarse trabajando unos meses más para reunir dinero y cubrir sus propios gastos. Mientras tanto, mantuvieron su relación a distancia.
El 21 de noviembre, Luz llegó a España para convivir Domínguez en la localidad de Torremolinos, provincia de Málaga. A los pocos días, comenzaron los primeros indicios de violencia. Todo se agravó con el confinamiento por el coronavirus y terminó de la peor manera.
La chica contó que ella es española y vivió allí hasta os 16 años. Luego se fue con su familia a Argentina. Por lo tanto, aún conserva algunos amigos de la infancia aunque la mayoría están en otras ciudades.
La relación entre ambos era "muy cerrada". La chica señaló que al estar solos en el país ibérico casi todo lo hacían juntos y se aferraban el uno al otro. Pero, de manera progresiva, la violencia comenzó a asomar.
Luz recordó la primera situación que tuvo de violencia. Fue a los pocos días de haber arribado a España. Ella compartió una foto en sus redes sociales de su arribo y un amigo de su infancia le hizo un comentario. Eso desató el primer ataque de celos de Domínguez. "Estábamos en un bar con un amigo. Yo estaba en el baño y él me fue al baño a buscar para putearme porque me había comentado la foto el chico. Me acusó de que estaba con uno, que había ido a España para estar con otro y no con él, que daba asco. Estábamos en la mitad del bar. Su amigo, que estaba al lado, lo miraba y no daba crédito de lo que pasaba. Le pellizcaba la pierna para decirle que parara. En ese momento él se fue del bar y me dejó sola con su amigo", relató.
Tras este episodio, Domínguez se arrepintió y le pidió perdón a la chica. Le dijo que le estaba afectando estar solo en España, según el testimonio de la víctima. Sin embargo, poco a poco la relación se tornó obsesiva. Él le recriminaba cuando ella no le respondía los mensajes, le hacía comentarios ofensivos, le cuestionaba sus actividades e interacciones en las redes sociales.
"Tenía ciertas actitudes, tonterías", dijo Luz. Pero, estos episodios eran cada vez más frecuentes. "Al principio era así, luego me decía que: sos una trola, insultos constantes y él se armaba su película en su cabeza y me culpaba, me insultaba, me trataba de lo peor y yo llorando le pedía perdón. No entendía que yo no había hecho nada", contó la joven.
En sus redes, la joven compartió capturas de los chats que mantenía con el sujeto luego de las agresiones. En ellas se puede observar como naturalizaba las situaciones de violencia y hasta le pidió que no lo denuncie y luego que retire la denuncia que la joven había realizado en su contra.
En la actualidad, Luz pudo reconocer que se había ido a vivir sola con un joven que apenas había conocido por 4 meses en San Juan pero, en su momento no podía ver las cosas con tal claridad. "Fue muy progresivo. Son personas que tienen una capacidad extraordinaria para ir engatusndote poco a poco. Yo tenía tan claro todo, vivía compartiendo cosas de Ni Una Menos de violencia de género. Yo pensaba que a mi no me iba a pasar. Pero te van manipulando y haciendo creerte la película que ellos tienen en su cabeza, te van generando una inseguridad y te van matando el autoestima hasta que llega un momento en que no sos vos", advirtió.
Pero la violencia por parte del hombre denunciado continuó su escalada. Otro episodio que la chica recordó fue cuando ella trabajaba ara una ONG. Una noche recibió una llamada por parte de un cliente que volvió a desatar lo peor del violento. "Se volvió loco. Nunca me preguntó ni quién es, ni nada. Sacó sus conclusiones, me trató de que era lo peor, me tiró la ropa, me agarró me dijo que era un asco. Me decía que no lo merecía que era mucho para mi que era una negra de mierda. Me cuesta mucho mencionar los insultos. Las humillaciones, menosprecio, los insultos, la verdad me cuesta mucho repetirlo", recordó Luz.
A esa altura, el "arrepentimiento era nulo" por parte de Domínguez, señaló la víctima. Al final, "él siempre terminaba bien y yo pidiéndole perdón por algo que no había hecho. Él sabía dar vuelta la tortilla, me tenía comiendo de su mano, me manipuló de una manera impresionante", dijo.
Como si esto fuera poco, la violencia siguió sin límites con la llegada del confinamiento por el coronavirus. Cabe recordar que en España tuvo una cuarentena estricta en la que se prohibió la circulación total de las personas. "Cuando llegó el confinamiento se fue todo de control. Me dejó herida, me hizo sangrar, fue más allá. Si bien siempre me agarraba, me dejaba moretones y tal eran, hasta ese momento habían sido forcejeos, empujones pero era todo más psicológico", recordó la joven.
En abril de este año, la situación era insoportable para la víctima. Los golpes, los insultos, y demás episodios se convirtieron en un verdadero infierno. "Ahí fue cuando efectué la denuncia. Recuerdo que un día me agarró, me arrancó un reloj de la muñeca, me arañó el brazo, me tiró de la cama, me encerró", comentó.
"Ahí lo vi a él más loco que nunca. Se tiró al piso, se empezó a arrancar el pelo desesperado pensando que lo iba a denunciar. Se victimizaba, fingió un ataque de ansiedad diciendo que no quería vivir que se iba a tirar por el balcón", relató. En medio de ese episodio, Luz logró escapar del departamento y llamó a la policía quebrada en llanto. "He pasado un calvario, fue un infierno", sostuvo.
El joven quedó detenido y estuvo 3 días preso en un calabozo donde lo tuvieron que medicar por sus ataques, según el testimonio de la víctima.
Luego de este episodio la joven se mudó a otra ciudad donde una familia de amigos le dio asilo. Estuvo dos meses separada de Domínguez pero siguieron manteniendo contacto vía Whatsapp, según contó. Sin embargo, ella no le había dicho dónde estaba.
Eso no fue impedimento para el sujeto quien logró averiguar dónde estaba Luz y la fue a buscar. "Un día llegó hasta la casa donde me estaba quedando y se plantó ahí. Yo no salí de la casa y no sabíamos qué hacer hasta que los vecinos llamaron a la policía y se tuvo que ir. Fue una locura, no sabíamos cómo había llegado", relató.
Tras este nuevo episodio, la joven sintió culpa por la familia que le había dado hospedaje y decidió conversar con su novio. En esa charla él nuevamente le pidió perdón y le dijo que había cambiado, que estaba bajo tratamiento psicológico. Finalmente, Luz cedió y aceptó volver a convivir con Domínguez.
"Poco a poco volvió a hacer lo mismo y peor. Me hizo muchas cosas peores. Al tiempo el me dijo que quería volver a Argentina y yo me quería quedar un tiempo más en España. Le decía que nos quedemos pero que si él quería volver yo lo apoyaba. A todo esto yo intentaba terminar la relación pero con esta gente no se puede hablar", señaló la joven.
Cada vez que Luz planteaba el tema de separarse, Domínguez estallaba de furia y la golpeaba, le dejaba moretones, la acusaba de ser infiel, tener una vida paralela y demás humillaciones, según el relato de la víctima.
Al ver que esta situación no paraba, Luz comenzó a pensar que no iba a poder salir más. Ante ello, recibió el apoyo de un grupo de amigos que le ayudaron a organizar su escape por segunda vez.
Fue el 1 de septiembre cuando la chica logró escapar nuevamente de la manos de su agresor. "Un día cuando él no estaba en la casa yo agarré todas mis cosas y le dejé una nota de que no me busque porque iba a volver a denunciarlo y me fui. El volvió y me llamó pero yo no lo atendí. Nosotros teníamos pasajes. Él había logrado manipularme para que sacara el pasaje pero yo lo cancelé", dijo la joven.
Luego, Aldo Domínguez dejó España el 11 de septiembre y Luz se quedó. "Yo sigo aquí, ahora estoy bien. Muy bien por suerte", aseguró.
Luego de relatar este calvario, la joven contó algunas sensaciones y aconsejó a las mujeres que sufren estas situaciones. "En su momento empecé con terapia psicológica, me metí en foros para buscar el apoyo de otras mujeres. Y eso que he leído cosas como las que yo ahora estoy contando pero él me terminó manipulando", dijo.
"A mi al principio me preocupaba qué iban a decir los demás, sus padres, su familia. Pero hay que estar segura de una misma, de que tenés la verdad, de lo capáz que sos, lo mucho que vales y sabes por lo que has pasado. Es eso, fuerza de voluntad, quererte muchísimo y hacerlo. Decir basta, hasta acá llegué", sostuvo Luz.
Además, recomendó el libro "Me cansé de ti" del autor italiano Walter Riso. "Se lo recomiendo a cualquier mujer que está pasando por esta situación. Lo mejor es cansarte. Cuando te cansas de una situación no hay vuelta atrás, es un click decir: no me lo merezco, basta. Es irte y cortar con toda la relación, contacto cero. Bloquear, cortar con todo tipo de relación con cualquier persona o situación que te pueda unir al agresor. Cortar de raíz todo", dijo.