Juan Eduardo Echegaray (28) empezará a ser juzgado en la Sala III de la Cámara Penal, acusado de haberle rociado alcohol para luego prenderle fuego a su propia madre adoptiva, Liliana Loyola, porque no le quería dar plata. Tan graves fueron las consecuencias de las lesiones que 41 días después la mujer perdió la vida en el hospital Marcial Quiroga. 

Según fuentes judiciales, en el tribunal ultiman detalles para intentar comenzar con las audiencias en febrero próximo. El hecho sucedió entre las 20 y las 21 del 29 de noviembre de 2018 en la casa de la víctima, empleada judicial de 64 años, en el barrio Aramburu, Rivadavia. La mujer falleció el 9 de enero del año pasado. 

El fiscal Fabrizio Médici mantendrá la acusación, en base a pruebas como una pericia de Bomberos que indica que por el patrón de las llamas, y otras evidencias, el incendio fue intencional y no accidental como lo sostuvo el propio acusado. También está el testimonio de un hermano que le escuchó decir, antes de morir, que había sido su hijo.

Los médicos que atendieron a la mujer aseguraron que por la localización de las lesiones (parte de sus piernas, abdomen, pecho, brazos, cuello) y la superficie afectada, un 40%, no resultaba compatible con la hipótesis de que ella misma se hubiese quemado, porque de ser así hubiese presentado marcas en sus manos.

Además, vecinos vieron al joven en la casa a la hora del siniestro y escucharon al menos dos discusiones. Otros aludieron a los malos tratos a los que el acusado sometía a su propia madre, generalmente cuando la mujer se resistía a darle dinero. Echegaray tenía otras dos causas por intentar robar en dos casas de Capital.