Finalmente, el menor de los cuatro detenidos por la muerte de Braian Chávez fue llamado a indagatoria este martes, donde se abstuvo de declarar. Esto fue confirmado por su abogada defensora, Filomena Noriega, a Canal 13. En tanto, el silencio desencadenó una serie de averiguaciones que incluye el ADN al cuchillo con el que lo mataron.

Según informó la letrada, el joven de 16 años asistió al Cuarto Juzgado de Instrucción, donde se encontró con 'pruebas poco firmes'. Por esto, y a pedido de la letrada, guardó silencio 'hasta tener más consistencia en las pruebas'. Expresó que solo se le mostró una foto.

Por esto, desde el juzgado pidieron realizar un examen de ADN al arma homicida, es decir el cuchillo, además de otras pruebas que fueron recogidas aquel domingo 2 de agosto cuando se produjo la gresca que le quitó la vida a Chávez. 'Mi defendido señala que fue una pelea donde intervinieron los tres varones y dónde él solo llevó piedras para tirar, pero en ningún momento cargó un arma blanca', apuntó.

En este sentido, el menor no fue el único en declarar. La madre de Chávez ratificó este lunes la denuncia y brindó detalles de cómo era la escena al llegar. Dijo que le avisaron que su hijo estaba tirado en la calle, que al llegar estaba lleno de sangre y que eso disparó toda la investigación.

Además, también declaró un testigo, de apellido Díaz, quien fue partícipe de la gresca pero en el bando de Chávez. El joven confirmó que todo comenzó por las zapatillas, y que fue un enfrentamiento de tres contra dos. En este caso, el menor en cuestión y Facundo Leiva encararon a Chávez, mientras que Franco Jesús Diego encaró al testigo. Precisamente este último, también confirmó la versión de que fue un enfrentamiento a puño y piedra, y descartó que a primera vista alguno ingresara al tumulto con un arma blanca.

En tanto, junto con las pruebas de ADN, la justicia también llamó a declarar al personal policial que intervino aquella madrugada. Cabe recordar que no fue el único hecho, sino que luego del deceso de Chávez, varios vecinos decidieron agredir la vivienda de uno de los implicados.

Mientras tanto, María Tapia se encuentra esperando la decisión judicial en los calabozos de la Comisaría 28va, mientras que Leiva espera en la Comisaría 2da y Diego en las celdas de la sección Delitos de la Policía de San Juan. El menor fue trasladado, a pedido de su defensa, al Instituto de Menores Nazario Benavidez.