Este miércoles se conoció la imputación que la jueza María Eugenia Capuchetti les leyó a los acusados del atentado contra Cristina Kirchner. Para la Justicia, Fernando Sabag Montiel, y su novia Brenda Uriarte planificaron y acordaron previamente el hecho que quedó registrado en grabaciones.

La imputación para la pareja sostiene ‘Haber intentado dar muerte a Cristina Elisabet Fernández de Kirchner – Vicepresidenta de la nación y Presidente de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación-, contado para ello con la planificación y acuerdo previo entre ambos’.

El documento redactado por la Justicia para esta causa señala que el ataque se cometió cuando ‘la Vicepresidenta se encontraba saludando a las personas que estaban en el lugar, ocasión en la que el imputado, aprovechando el estado de indefensión generado por la multitud, apuntó hacia su rostro con una pistola semiautomática de acción simple, calibre 32 auto, marca Bersa, modelo Lusber 84 con la numeración ‘25037' en el lateral izquierdo del cañón accionando la cola del disparador en al menos una ocasión sin que se produzca el disparo pese a encontrarse la misma cargada con cinco cartuchos de bala del mismo calibre y resultar aptas para sus fines específicos’.

El texto deja en claro lo que ya habían manifestado el fiscal Rivolo y la jueza Capuchetti sobre la planificación previa del atentado: ‘El referido suceso tuvo planificación y acuerdo previo. Brenda Uliarte estaba presente en las inmediaciones del lugar, al cual arribaron conjuntamente, habiéndose determinado que detentaban el arma de fuego secuestrada con sus municiones desde fecha anterior al hecho, cuanto menos desde el 5 de agosto de 2021’.

El martes la pareja fue llevada por separado a Comodoro Py a declarar. En el caso de Sabag Montiel nuevamente se negó a declarar, pero soltó una frase: ‘Brenda no tiene nada que ver’. Por su parte, la joven aseguró no estar implicada en el intento de magnicidio.

Lo cierto es que la Justicia extrajo del celular del acusado fotos de la pareja posando con una Bersa calibre 22. El mismo modelo, e idéntica a la que se le habría caído al joven el jueves en la noche, y que ya es parte de la causa como prueba.