Sigue la lucha judicial por la polémica de la Plaza del Barrio FOEVA
Una de las partes cedió su parte, pero dos de los privados pide un resarcimiento económico. En Tribunales el caso sigue a pesar de lo la causa Penal.
El móvil de Canal 13 llegó a la plaza el viñador, ubicada en barrio FOEVA, en Rivadavia. En este lugar no solo hay una linda vegetación, sino también la envuelve una polémica. Esto se debe a que en el 2018 se intentó construir un edificio, concretamente un complejo habitacional, pero no se pudo.
Esta es una polémica que se da en tribunales desde hace tiempo. Los inicios del problema radican de los años 70, cuando el sindicato FOEVA, tomó este terreno para hacer el barrio. Quien estuvo a cargo del mismo fue la arquitecta Paola Oliver Balaguer, ella a modo de pago recibió dos terrenos, uno es la plaza y el segundo está ubicado a una cuadra de allí. Pese a que FOEVA había ya donado esos terrenos a la Municipalida de Rivadavia . En esos puntos estaban previstas las construcciones de instituciones públicas como una comisaria, un centro de jubilados e incluso una escuela.
Este espacio no fue destinado para nada de eso. Esos 1600 metros cuadrados fueron comprados por Juan Carlos Lirio en el 2017 a Andrés y Gabriel Nassimof, Sergio Irimia Cadenasa y a Daniela Quiroga. Esos cuatro privados llegaron a tener estos terrenos por la arquitecta.
Esta situación en el 2018 explotó porque llegó Juan Lirio con máquinas para hacer un edificio, allí los vecinos se opusieron e intervino Emilio Baistrocchi, quién era Ministro de Gobierno en ese momento. Él inició una causa penal ante la justicia por un presunto fraude, al ser terrenos que eran cedidos para hacer un barrio y estos espacios para hacer obras para el bien de los vecinos y no se podían usufructuar de manera privada.
De este modo, quedó bajo la mira de la justicia Blasco Novaro, exsecretario de Finanzas del gremio. El fin era conocer que había pasado con este sector. Si bien en una parte el conflicto se terminó solucionando porque de a poco los privados fueron desistiendo del terreno y lo terminaron donando. Esto se debe que detrás de ellos comenzó una investigación por fraude en la venta.
Pero hubo dos partes de los privados que no dieron el brazo a torcer. Hoy Irimia siguen su lucha en la justicia y piden al gremio que se haga cargo de un resarcimiento económico, por lo que abrieron una causa por perjuicio que sigue transitando tribunales.