Esta semana, en el juicio oral y público que se lleva a cabo en la justicia federal, se presentaron dos declaraciones importantes: los de Luis Moyano y Miguel del Castillo, ex autoridades de la mutual donde trabajaba Raúl Tellechea. Banda Ancha conversó con Mariana Tellechea, hija de Raúl, quien expresó sus impresiones tras estas declaraciones.

Mariana Tellechea comentó: "No admitieron preguntas ni del Ministerio Público Fiscal ni de la querella. Si realmente están interesados en llegar a la verdad y la justicia, resulta extraño que no quieran profundizar cuando tienen enfrente a los jueces, quienes son los encargados de dictar posibles condenas". Además mencionaron: "Ellos tuvieron la oportunidad de defenderse en profundidad, pero lo que hicieron fue limitar su nivel de exposición y acotar la profundidad de su declaración indagatoria. Solo respondieron preguntas de sus propios abogados defensores, ignorando las preguntas de los abogados querellantes y del Ministerio Público Fiscal."

Mariana añadió: "Mis sensaciones son que el delito sigue consumándose". En esta línea, explicó que "desde el comienzo, ellos están procesados bajo un artículo que incluye el ocultamiento de pruebas y la desviación de la investigación, y eso es lo que continúan haciendo. Desvían el foco. Un alto porcentaje de ambas declaraciones parecía un currículum vitae; hablaron de sus carreras políticas, emprendimientos privados y trabajos como profesionales y docentes, en lugar de centrarse en los hechos relevantes para el caso."

Cuando se le preguntó sobre la relación que Moyano y del Castillo dijeron tener con su padre, Mariana recordó: "Sé que en un momento tuvieron cierta cercanía que trascendió el ámbito laboral. Recuerdo una cena en nuestra casa familiar antes del año 2000, donde ellos asistieron. Sin embargo, el vínculo no era cercano al final. Un gran amigo de mi papá declaró que tiempo antes de su desaparición, mi papá dijo que no quería estar cerca de Moyano debido a la tensión que había entre ellos. Esto me lo confirmó mi papá."

Sobre cómo se siente revivir este proceso, Mariana explicó: "Revivirlo todo el tiempo potencia mi confianza hacia la justicia y hacia los jueces. Renuevo mi esperanza y confío profundamente en los abogados querellantes y en el Ministerio Público Fiscal. Aunque no puedo adivinar los alegatos finales de la defensa, sé que para una condena no es necesario que aparezca el cuerpo."

Ante los dichos de la querella, Mariana concluyó: "No creo que mi papá esté vivo; la desaparición se consumó hace más de 20 años y no hay ningún indicio de que esté con vida. Continuaré confiando en la lucha social que hemos llevado adelante y en el apoyo de los medios de comunicación. Esperamos la sentencia para este año y hay indicios de que así será."