En una audiencia ante el juez de Garantías, Andrés Abelín Cottonaro, un minero de 38 años admitió haber abusado sexualmente de su hijastra de 15 años y su hermanastra de 12 años en la madrugada del 8 de abril. El delito fue calificado como abuso sexual con acceso carnal, agravado por la relación de guarda que tenía el acusado con las niñas. El hombre, que se hacía cargo de la custodia de las menores, también fue acusado de abusar de la hermana de 12 años apoyándose sobre ella.

La confesión del acusado le permitió llegar a un juicio abreviado junto a su abogado, Juan Carlos González Riutort, y el fiscal de la UFI Anivi, Eduardo Gallastegui. En este acuerdo, se estableció una pena de 8 años de prisión, que corresponde al mínimo previsto para los delitos investigados, y que finalmente fue impuesta por el juez.

La denuncia inicial fue realizada por una tía de las víctimas el 17 de abril pasado. Tras la investigación, se reveló que las hermanas actualmente viven con su abuela materna, quien las crió, y que consideraban al acusado como su padre, a pesar de que la pareja se separó cuando la mujer se mudó a otra provincia, dejando a las niñas junto al hombre.

Según la investigación, el sujeto aprovechaba su regreso del trabajo en las minas de Veladero, Iglesia, para buscar a las hermanas y llevarlas a su casa, donde ocurrieron los abusos sexuales que fueron relatados por las menores a su abuela.