Un individuo oriundo de San Juan, actualmente radicado en Puerto Madryn, se encuentra bajo proceso judicial por las acusaciones de reiteradas violaciones contra su sobrina, también originaria de San Juan. Las iniciales del acusado son M.J.F., un empleado de comercio de 53 años, quien podría enfrentar una condena de hasta 15 años de cárcel. En un principio, se le imputó además el ultraje a la hermana de la víctima, pero este caso ha vuelto a la etapa inicial del proceso.

El tribunal encargado del juicio está conformado por los jueces Alberto Caballero, Flavia Allende y Federico Rodríguez. La fiscal Ingrid Schott acusa al hombre de abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterado, ambos agravados por la guarda y la convivencia preexistente con una menor de 18 años. Estas acusaciones se suman al cargo de promoción a la corrupción de menores, agravada por la edad de la víctima.

La denuncia fue presentada a principios del 2023, después de que las dos jóvenes, ahora mayores de edad, revelaran los presuntos ultrajes sufridos por parte de su tío materno. Los abusos, según las declaraciones, ocurrieron durante su infancia mientras vivían con su familia en la residencia del acusado en Puerto Madryn, antes de regresar a San Juan hace varios años. A pesar de la inicial disputa sobre la competencia jurisdiccional, un juez local decidió que el caso fuera investigado en la UFI ANIVI.

Una de las víctimas, actualmente con 18 años, relató que sufrió los abusos desde los 6 o 7 años hasta los 14. La joven describió que su tío la sometió a manoseos en distintas partes del cuerpo y posteriormente a reiteradas violaciones, incluso con la participación de su hermana.

La declaración de la segunda joven fue anulada debido a una falla de procedimiento, llevando el caso asociado de vuelta a la etapa inicial para una investigación separada.

En el curso del debate, testigos llegaron desde Chubut para declarar frente al tribunal. La abogada defensora, María Filomena Noriega, busca demostrar que los abusos no ocurrieron y que todo se trata de una disputa familiar. Se espera que el veredicto se pronuncie la próxima semana, y en caso de ser hallado culpable, el acusado podría enfrentar una condena de 15 años de cárcel. Por el momento, se mantiene en libertad.