En la Antártida se encuentra el monte Erebus, que es considerado el volcán más austral del mundo. En los últimos meses la actividad volcánica creció hasta mantener una frecuencia diaria.

Las erupciones volcánicas arrojan a la atmósfera diversos materiales, como gases, lava, rocas y cenizas. Pero el monte Erebus arroja un tesoro al cielo con cada explosión: polvo de oro. Con una altura de 3.794 metros, este gigante forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, hogar de más de 1.600 volcanes activos. Lo informado por El Cronista, la actividad del coloso intriga a los expertos de la NASA.

Ampliar contenido

Los expertos estimaron que, en total, desde la intensificación de la actividad volcánica, cada explosión arroja al ambiente el equivalente a más de 6.000 dólares por día, a una distancia que se extiende a más de mil kilómetros de distancia del cráter. Los científicos sugieren que la roca fundida proveniente de las profundidades terrestres transporta partículas de oro que, al alcanzar la superficie y solidificarse, se dispersan en el aire como diminutos granos dorados. 

Este fenómeno, inspiró la creación del Observatorio del Volcán Monte Erebus, liderado por el Instituto de Tecnología y Minería de Nuevo México. En él, científicos de todo el mundo se reúnen para estudiar y comprender este increíble espectáculo natural.

El volcán Erebus plantea interrogantes sobre su impacto ambiental y sus posibles implicaciones futuras. Se estudia cuál sería su impacto ambiental, los efectos de las partículas de oro en el aire y el efecto en los ecosistemas circundantes. También su potencial económico ya que la presencia de oro en el Erebus podría abrir nuevas oportunidades económicas, tomando en cuenta la extracción y la investigación de métodos para recuperar el metal precioso.