La jueza del caso Julen, el niño de dos años que murió al caer a un pozo en Andalucía (en el sur de España), ha reclamado a David Serrano, dueño de la finca donde estaba la prospección, una fianza de 885.310 euros. Se le acusa de un presunto delito de homicidio por imprudencia grave.

Según recoge el Diario Sur, la jueza destaca en el auto que "la supuesta negligencia cometida por Serrano es extremadamente grave" y, al considerar que hay indicios de criminalidad, decreta la apertura de un juicio oral. 

Asimismo, en el auto se detalla que la Fiscalía pide una condena de tres años de cárcel para Serrano, mientras que la acusación particular, que representa a los progenitores de Julen, exigen seis meses más. Se da un plazo de 10 días a Serrano para presentar un escrito de conformidad o disconformidad ante la acusación.

En otro auto anterior, la magistrada relató lo que en su opinión había sucedido y aseguró que el propietario, que buscaba agua en su terreno, dejó al descubierto el agujero de una prospección sin adoptar ninguna medida de seguridad. 

La tragedia

El 13 de enero de este año en la  localidad malagueña de Totalán, Serrano, su mujer y su hija fueron a pasar el día a la finca junto a Julen y sus padres. Cerca del lugar donde preparaban la comida, se encontraba el agujero de la prospección –de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad– por el que cayó el pequeño. 

Tras largas y costosas operaciones, 13 días después se consiguió sacar el cuerpo sin vida de Julen. El rescate ha sido considerado por los expertos como el más grande llevado a cabo en la historia España. 

Fuente: Actualidad RT