Una ataque terrorista perpetrado por el Estado Islámico ocurrió este viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Krasnogorsk, a las afueras de la capital de Rusia, Moscú, que, según el balance provisorio, dejó al menos 143 muertos, indicó el Comité de Investigación de la Federación Rusa aunque se teme que la cifra aún podría aumentar.

“Los servicios de emergencia han encontrado más cadáveres mientras retiraban los escombros. El número de muertos asciende ahora a 143 personas”, dijo en un comunicado el comité.

Videos compartidos en redes sociales muestran a la gente que estaba a la espera del inicio de un show del grupo Piknik huyendo del salón, así como una densa nube de humo negro saliendo del sitio y se reportó también el colapso del techo del lugar. Inclusive, TASS sumó que un tercio del edificio quedó envuelto en llamas, aunque el fuego ya fue controlado.

Imágenes difundidas muestran a cuatro personas vestidas con ropa de camuflaje, irrumpiendo en el lugar y abriendo fuego indiscriminadamente en el interior de la sala usando fusiles de asalto Kalashnikov. Otros videos muestran los cuerpos yaciendo en el suelo entre manchas de sangre. No obstante, servicios de emergencia no pudieron determinar aún si hubo más atacantes, por lo que se consideran hasta cinco tiradores podrían haber participado.

Este episodio se produjo después de que, a principios de mes, la Embajada de Estados Unidos en Rusia emitiera un comunicado en el que llamaba a sus nacionales en el país evitar lugares concurridos en la capital ante la inminencia de un atentado. La advertencia fue replicada por la embajada británica. “La embajada está monitoreando los informes de que los extremistas tienen planes inminentes para atacar grandes reuniones en Moscú, incluidos conciertos”, se especificó entonces, a lo que Putin respondió describiendo estos avisos como “un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.

Horas después del incidente, ISIS reivindicó el episodio en su canal de Telegram, adjudicándose, así, lo que es ya el peor ataque terrorista en Rusia en dos décadas. Las autoridades locales procedieron a la suspensión de “todas las actividades masivas, deportivas, culturales y otras” en la capital y se extremaron las medidas de seguridad en los cuatro aeropuertos de la zona.

En la mañana de este sábado 23 de marzo, las fuerzas especiales rusas detuvieron a 11 personas, incluidos cuatro terroristas que estaban directamente involucrados en el ataque terrorista. Se están realizando más investigaciones para identificar a los responsables. Uno de los detenidos afirmó que había aceptado realizar el atentado por medio millón de rublos. Al parecer, los patrocinadores se pusieron en contacto vía Telegram y les proporcionaron las armas.

Los medios informaron que el Renault utilizado por los sospechosos fue descubierto por la noche en la zona del pueblo de Hatsun del distrito de Karachinski de la región fronteriza rusa de Briansk. El coche no se detuvo a petición de los agentes del orden e intentó escapar. Durante la persecución se abrió fuego y el coche volcó. Un terrorista fue detenido en el lugar. Los demás huyeron al bosque. Como resultado de la búsqueda, un segundo sospechoso fue encontrado y detenido alrededor de las 3:50 hora local. Los demás también fueron descubiertos y capturados.