Este viernes, las autoridades sanitarias de Brasil registraron un nuevo récord diario de muertes por coronavirus: 217 en las últimas 24 horas. Esta cifra hizo que el país sudamericano supere los 2.000 decesos. En concreto, 2.141 personas perdieron la vida a causa de la pandemia global. Por otro lado, la cantidad de casos positivos registrados durante las últimas 24 horas fue de 3.257, lo que elevó el total a 33.682. Brasil sigue tomando más distancia como el país latinoamericano con la mayor cantidad de transmisiones y fallecidos.

El Ministerio de Salud de Brasil afirmó que el número real de casos podría ser mayor, ya que sólo los pacientes ingresados en los hospitales hacen pruebas y hay casos de testeos en espera de confirmación. Por otro lado, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró este viernes su llamamiento a reanudar la actividad económica y reabrir fronteras pese a la pandemia de coronavirus. “Es un riesgo que corro”, declaró el mandatario en la toma de posesión del nuevo ministro de Salud.

Nelson Teich asumió el cargo después de que su predecesor, Luiz Henrique Mandetta, fuera apartado del cargo por las discrepancias con Bolsonaro en la gestión del brote. Mandetta defendía medidas de confinamiento, en contra del criterio del presidente. Su sustituto llegó al Ministerio abogando por intensificar la colaboración con las autoridades de los distintos estados y por ir adaptando las directrices en función de los datos, también los económicos. “El objetivo siempre es la gente”, ha dicho Teich, en un discurso en el que no anunció ninguna nueva medida, según G1.

Bolsonaro también participó en el acto, y pidió reanudar la actividad económica para contener los efectos colaterales de la emergencia sanitaria. “Esta lucha para comenzar a abrir el comercio es un riesgo que corro, porque si la situación empeora, caerá sobre mí”, aseguró el presidente, que solo ve necesario que permanezcan en sus hogares los ancianos y las personas con enfermedades crónicas, considerados los dos principales grupos de riesgo.

El presidente también planteó la posibilidad de dar marcha atrás al cierre de las fronteras terrestres, en vigor desde mediados de marzo. “¿Por qué cerrar la frontera con Paraguay si es una frontera seca que no podemos controlar (...) Lo mismo ocurre con Uruguay”, esgrimió.