El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, confirmó este lunes que el gendarme argentino Nahuel Gallo, detenido desde el 8 de diciembre, "se encuentra en buen estado de salud y su integridad ha sido respetada", según lo establece la ley venezolana. Gallo, quien estaba destinado en el Escuadrón 27 de Gendarmería en Uspallata, Mendoza, enfrenta graves acusaciones por parte del gobierno de Nicolás Maduro.

El fiscal venezolano sostiene que Gallo fue detenido al intentar ingresar de manera irregular a Venezuela desde Colombia y está siendo investigado por conspiración, terrorismo y asociación ilícita.

Saab afirmó que el gendarme incurrió en contradicciones durante sus declaraciones y que las acusaciones implican presuntos vínculos con autoridades del gobierno argentino, mencionando específicamente a la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Según el fiscal, estas actividades estarían relacionadas con "delitos graves contra la paz en Venezuela".

Según el hecho, Nahuel Gallo viajó a Venezuela para visitar a su esposa, María Gómez, y a su hijo de dos años, quienes residen en ese país desde hace nueve meses. Sin embargo, fue detenido bajo sospechas de espionaje y actividades conspirativas, algo que el gobierno argentino, encabezado por Javier Milei, niega categóricamente.

La administración Milei busca demostrar que las acusaciones formuladas por el gobierno de Maduro carecen de fundamento. Según las autoridades argentinas, Gallo viajó con el único propósito de reunirse con su familia, rechazando cualquier vínculo con actividades de espionaje o terrorismo.

El caso generó tensiones diplomáticas entre Argentina y Venezuela, especialmente ante las declaraciones del fiscal Saab que involucran a figuras políticas argentinas en supuestos planes desestabilizadores. El gobierno argentino inició gestiones para garantizar los derechos de Gallo y demostrar su inocencia en este delicado caso internacional.

Mientras tanto, la situación de Gallo sigue siendo incierta.