Coronavirus: Vuelven a probar una conocida droga para hallar la cura
Luego de realizar un estudio de seguridad, la Organización Mundial de la Salud comprendió que no hay razón para cambiar la forma en que se llevan a cabo las pruebas en pacientes de COVID-19.
Este miércoles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó que reanudarán los ensayos clínicos de hidroxicloroquina en la búsqueda de posibles tratamientos contra el coronavirus. El 25 de mayo el organismo había suspendido temporalmente los ensayos para llevar a cabo una revisión de seguridad, que ha concluido que “no hay razón” para cambiar la forma en que se llevan a cabo esos ensayos.
La decisión de la agencia de salud de la ONU se produjo después de un estudio publicado en la revista médica The Lancet que sugiere que la droga podría aumentar el riesgo de muerte entre los pacientes de coronavirus. El grupo ejecutivo del llamado Ensayo de Solidaridad, en el que cientos de hospitales de todo el mundo han reclutado pacientes para probar varios tratamientos posibles para el coronavirus, tomó la decisión como método de precaución.
Sin embargo, el medio británico The Guardian manifestó este miercoles en una investigación que el estudio en cuestión estaba basado en datos de una pequeña compañía de análisis de salud cuestionados por la comunidad científica. La revelación llega el mismo día que la prestigiosa revista médica The Lancet tomó distancia del estudio, publicado el 22 de mayo, sobre los posibles efectos negativos del medicamento entre enfermos de la COVID-19 al admitir que este plantea “serias cuestiones científicas”.
Esta advertencia fue publicada el martes como una “expression of concern” (“expresión de preocupación”, en inglés), un término formal empleado por las revistas científicas cuando un estudio plantea potencialmente un problema. El New England Jorunal of Medicine, otra respetada revista médica que publicó otro estudio basado en los mismos datos cuestionados, tomó la misma decisión.
La hidroxicloroquina se utiliza normalmente para tratar la artritis, la malaria o el lupus, pero figuras públicas como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha respaldado el medicamento para la prevención y el tratamiento de COVID-19, lo que ha llevado a sus gobiernos a comprar en grandes cantidades. De hecho, Trump reveló a finales de mayo que él mismo estaba consumiendo el medicamento a modo de prevención. Poco después anunció que el período en el que debía hacerlo había concluído. Más de 3.500 pacientes han sido reclutados en 35 países para participar en los ensayos con hidroxicloroquina. Además de Trump, otro mandatario que recomendó el uso de esa droga fue el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
El domingo pasado la Casa Blanca anunció que Estados Unidos envió a Brasil dos millones de dosis de hidroxicloroquina. “Los pueblos estadounidense y brasileño son solidarios en la lucha contra el coronavirus. Hoy, como prueba de esa solidaridad, anunciamos que el gobierno estadounidense envió dos millones de dosis de hidroxicloroquina al pueblo de Brasil”, dijo la presidencia estadounidense en un comunicado.
La hidroxicloroquina es empleada desde hace tiempo contra el paludismo pero su eventual eficacia contra el nuevo coronavirus no ha sido, hasta el momento, demostrada por ningún estudio riguroso. El fármaco “será usado como un profiláctico para proteger del virus a las enfermeras, doctores y profesionales de la salud en Brasil. También tendrá un uso terapéutico para tratar a brasileños infectados”, amplió la Casa Blanca.
Trump intensificó la efervescencia en torno a la hidroxicloroquina cuando anunció hace días que comenzó a tomarla diariamente, a título preventivo, en contra de las recomendaciones de las autoridades sanitarias estadounidenses. Varios ensayos clínicos sobre el coronavirus fueron suspendidos en el mundo y algunos países, entre ellos Francia, prohibieron el uso de la hidroxicloroquina para tratar la covid-19.
En otros países, como Italia, Egipto, Túnez, Colombia, Chile o El Salvador, también suspendieron el uso de la molécula a los enfermos de coronavirus. El gobierno alemán considera también que “los estudios actuales no permiten por el momento un tratamiento corriente de pacientes de COVID-19 con la cloroquina o la hidroxicloroquina, excepto en ensayos clínicos”.