Un episodio polémico sacudió el fútbol italiano durante un partido de la Segunda División, cuando hinchas del Juve Stabia realizaron gestos fascistas tras el primer gol como profesional de Romano Floriani Mussolini, bisnieto del dictador Benito Mussolini.

X de Gravesen

El joven futbolista, surgido en las inferiores de Lazio, le dio la victoria a su equipo con un 1 a 0 frente al Cesena. Sin embargo, el resultado deportivo quedó opacado por la controversia generada en las gradas.

Luego de que Floriani Mussolini anotara su tanto, el sistema de altavoces del estadio anunció su nombre de pila, "Romano". La respuesta de una parte de la hinchada fue inmediata: gritaron "Mussolini" mientras extendían sus brazos en el aire, emulando el saludo fascista asociado al régimen de su bisabuelo.

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Este gesto, conocido como “saludo romano”, tiene sus raíces en la Antigua Roma, pero fue institucionalizado por Benito Mussolini en 1922 como parte del fascismo italiano. Posteriormente, sirvió como inspiración para los saludos nazis en Alemania y franquistas en España, cargando consigo un fuerte simbolismo político y cultural.

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Aunque Romano Floriani Mussolini ha intentado mantenerse alejado de las referencias a su controvertido apellido, los acontecimientos recientes lo colocan nuevamente en el centro de la atención mediática, más allá de su desempeño como jugador.