El blog The Pillar publicó esta semana un informe en el que analiza los datos de los celulares de sacerdotes de los Estados Unidos y del Vaticano, evidenciando un extendido uso de Grindr, la app de citas pensada para la comunidad gay. Como era de esperarse la noticia generó gran revuelo en todo el mundo y ya provocó la renuncia del monseñor Jeffrey Burrill, ex secretario general de la Conferencia Episcopal de EEUU.

En el informe se confirmó el uso de la aplicación de citas gay entre miembros de la Iglesia y se mencionan los nombres de varias personas vinculadas a rectorías de la Arquidiócesis de Newark, en Nueva Jersey. Asimismo se supo que en 2018 por lo menos un total de 32 dispositivos móviles emitieron señales de datos de la aplicación desde áreas de Ciudad del Vaticano, a las que no pueden acceder los turistas, por lo cual sólo pueden estar vinculados a miembros de la iglesia.

La publicación generó incomodidad en lo líderes eclesiásticos ya que los sacerdotes asumen un férreo compromiso con el celibato. Los informes del blog también generaron rechazo al interior de la Iglesia porque supone la ruptura de la privacidad y la violación de información personal al obtener datos de los celulares de los sacerdotes, según advirtió The New York Times.

Por otro lado, Grindr es una aplicación de redes sociales basada en geolocalización para la comunidad LGBTQ+ y en general. Similar a Tinder, se puede chatear a través del sistema de mensajería y puede enviarse mensajes que contengan texto, imágenes, video y voz, según explica en la web oficial de la aplicación.

La propio función de geolocalización permite a los usuarios vincularlos con perfiles afines respecto a gustos, zona o ciudad. Incluso muestra un catálogo discriminado en cualidades físicas y de estilos que se detallan en Oso, Discreto, Pulcro, Deportista, Seropositivo, Trans, Macho, Maduro y otros. Además, pueden utilizarse determinados filtros para identificar personas cercanas de acuerdo a la edad o la contextura física, entre otras especificidades. 

Fuente Minuto Uno