En los Países Bajos se vivió un macabro hecho que recorre el mundo. El cadáver de un hombre de 101 años fue hallado en el freezer de la vivienda donde habitaba, y su hijo, un hombre de 82 años, dio a la policía una insólita excusa cuando se vio acorralado. 

El lugar, la ciudad de Landgraaf. Todo comenzó cuando el médico que atendía al paciente de 101 años denunció su desaparición. A lo largo de 18 meses el anciano no había ido a los chequeos rutinarios y eso le llamó la atención. 

Por tal motivo la policía comenzó una investigación y finalmente allanó la vivienda del hijo. Allí se encontraron con un verdadero "desastre". 

Al verse acorralado, el hombre de 82 años confesó la situación: mantuvo el cadáver de su padre en el freezer porque no quería sufrir "el dolor que le causaría perderlo”.

“No quería perderlo. De lo contrario, lo extrañaría”, les dijo. Más macabro aún fue que comentó que quería seguir hablando con su padre para "tenerlo cerca". 

Ahora investigan cómo murió el anciano, ya que todo indicaría que se debió a causas naturales. En tanto que su hijo de 82 fue demorado y por el momento no se le formularon cargos.