El impactante episodio ocurrió antes de la media noche del sábado. Una joven madre llevó en su vientre a su hija por siete meses y medio, hasta que quedó herida de gravedad por una explosión. Cuando los rescatistas llegaron al lugar todavía se encontraba con vida.

BBC Mundo dio a conocer la trágica historia de Sabreen y su familia. Una hora antes de la media noche del 20 de abril, el rugido de los bombardeos en Gaza, mantenían en alerta a los civiles que mantenían la esperanza de sobrevivir una noche más. Sin embargo, una bomba cayó sobre la casa de la familia Al Sakani, en Rafah; allí dormían Sabreen, su marido y su hija Malak, de tres años.

El marido de Sabreen y Malak murieron en el acto, mientras que la joven madre quedó herida de gravedad luego de que la bomba explotara. En medio de todo el caos, se hicieron presentes los rescatistas quienes constataron que la bebé seguía viva en el vientre de Sabreen.

Rápidamente trasladaron a la mujer al hospital donde se le practicó una cesárea de emergencia, de la que nació una niña. Lamentablemente Sabreen no pudo salvarse. Los doctores trabajaron en estimular la respiración y el bombeo de aire a los pulmones de la bebé.

La criatura nació por una cesárea de emergencia.

Mohammed Salama, jefe de la unidad neonatal de emergencia del hospital Emiratí de Rafah, afirmó que la criatura sólo pesaba 1,4 kg. "Nació con dificultad respiratoria grave” afirmó. El médico escribió "bebé de la mártir Sabreen al Sakani" en una cinta adhesiva que pegó en el cuerpo de la bebé antes de ponerla en la incubadora.

"La situación sigue siendo de riesgo. Este síndrome de dificultad respiratoria es causado originalmente por un nacimiento prematuro. Esta niña debería estar en el útero de su madre en este momento, pero fue privada de este derecho" afirmó Salama, quien espera que permanezca en el hospital durante un mes. "Después de eso veremos si se va. He aquí la tragedia más grande: incluso si esta niña sobrevive, nació huérfana", dijo Salama.

Los familiares de la familia comentaron a los medios locales que Malak, la hermana de la bebé, quería que se llamara Rouh, que significa alma o espíritu en árabe. Pero la llamaron Sabreen, en memoria de su madre.

Mirvat Al Sakani, abuela de la pequeña decidió hacerse cargo de la bebé: "Mi hijo también estaba con ellos. Quedó descuartizado y aún no lo han encontrado. No lo reconocen ¿Por qué los atacan? No sabemos por qué, cómo. No lo sabemos. Solo atacan a mujeres y niños", lamentó la mujer. Rami Al Sheik, tío de la bebé reclamó que el ataque fue dirigido a civiles "¿Toda una familia borrada del registro civil y la única sobreviviente es una niña? ¿Y qué culpa tenían? Estos son civiles comunes y corrientes. Son todos niños y mujeres" reclamó.