Este lunes un hombre que estaba condenado a muerte luego de haber violado la legislación sobre estupefacientes terminó siendo ahorcado aunque los penitenciarios ya lo habían matado.

El hecho ocurrió en Irán. El protagonista de esta historia es Nematullah Barahui. El domingo tenía que ser ahorcado con otra persona, que también fue condenado por un delito vinculado a las drogas. Ambos estaban tras las rejas en la prisión de Zahedán, en la región de Sistán-Baluchistán (sureste), según la oenegé Iran Human Rights (IHR), radicada en Noruega.

Pero lo insólito se dio cuando fue ahorcado para ahorrarle problemas a los penitenciarios, pese a que ya había muerto previamente en un altercado con los guardias. 

Las autoridades iraníes no confirmaron esta información y los medios iraníes no informaron de la ejecución del domingo, al contrario de lo que suelen hacer.

Al menos 462 personas fueron ejecutadas este año en Irán, el segundo país del mundo en términos de aplicación de la pena capital por detrás de China, según IHR.

(Fuente: AFP)