Israel autorizó la entrada diaria de dos camiones con combustible a la Franja de Gaza, una solicitud que demandaba Estados Unidos y las organizaciones humanitarias que trabajan en el enclave gobernado por el grupo islamista palestino Hamas, lo que generó el enojo de algunos de los funcionarios israelíes de línea más dura.

La acción pretende "permitir el mantenimiento mínimo necesario de los sistemas de agua, alcantarillado y saneamiento para evitar pandemias que podrían extenderse a toda la zona, perjudicando a los residentes de la Franja, así como a nuestras propias fuerzas y, potencialmente, extendiéndose también a Israel", informó el gabinete de guerra.

"Esta acción permite a Israel el espacio de maniobra internacional necesario para eliminar a Hamas", agrega el comunicado citado por la agencia de noticias AFP. 

Israel está bajo una creciente presión internacional, ya que la ONU advirtió esta semana que su labor de ayuda en el territorio palestino devastado por la guerra se estaba paralizando a medida que se agotaban las reservas de combustible, necesario para hacer funcionar los generadores eléctricos y distribuir la ayuda humanitaria.

En ese marco, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) alertó más temprano que si no accede a combustible, comenzaría a interrumpir sus trabajos de saneamiento en las escuelas, donde hay unas 830.000 personas que huyeron de los combates.

La organización recibió esta semana 23.000 litros de combustible a través del paso de Rafah, que une la Franja de Gaza con Egipto, pero indicó que necesita al menos unos 160.000 litros por día para funcionar.

El representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para los territorios palestinos ocupados, Richard Peeperkorn, anunció que se acordó un mecanismo para introducir combustible en Gaza. "Acabamos de recibir un mensaje de que se acordó un mecanismo para hacer llegar combustible a Gaza. Es una buena noticia, pero hace falta mucho más. Hay una necesidad urgente de un flujo sostenido de combustible a Gaza", dijo Peeperkorn durante una rueda de prensa en Ginebra citada por la agencia de noticias Sputnik.

Pese a esta situación, los ministros israelíes de extrema derecha Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir criticaron la decisión sobre el combustible y el primero escribió al primer ministro Benjamin Netanyahu para exigirle que cada partido de la coalición tuviera un representante en el gabinete de guerra de cinco miembros, informó el medio local Times of Israel.

El 7 de octubre, Hamas realizó acciones terroristas en el sur de Israel en las que mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, en tanto que otras 240 fueron secuestradas, incluyendo una veintena de argentinos, según las autoridades israelíes.

Más de 11.500 palestinos murieron desde entonces en Gaza en incesantes bombardeos del Ejército israelí, que desde fines de octubre lleva adelante también una ofensiva terrestre para "destruir" a Hamas y liberar a los rehenes. Israel también lleva adelante un asedio sobre el enclave palestino que limita el ingreso de ayuda humanitaria como son alimentos, agua y suministros médicos.