Nueva York es sede de muchos incidentes, y esta semana no fue excluyente. En este último caso, Michael Morgan, un joven de 20 años, le disparó a un empleado de una cadena de comida rápida. Desde la policía señalaron que el hombre está con vida, pero muy grave. 

El incidente comenzó con una discusión entre una mujer de 40 años y la víctima en un local de comida rápida, esta mujer acusó al vendedor de haberle dado las papas fritas “muy frías”. Esto se lo contó a su hijo por videollamada.

Lo peor vino luego, cuando el hijo de la compradora irrumpió en el restaurante y discutió con el empleado. Fue allí cuando el joven de 20 años sacó un arma de su bolsillo y le disparó en el cuello al trabajador. Este último quedó tirado en el suelo y con pocos signos vitales.

Los testigos presentes se apresuraron a socorrerlo hasta que llegara la ambulancia. De inmediato llegó la policía y detuvieron al autor del disparo. A la vez constataron que ya había sido arrestado en varias ocasiones.