En Italia, una joven trabajadora textil de 22 años murió por las condiciones precarias en las que ejercía su trabajo. Luana D' Orazio se desempeñaba como tejedora hace un año en una fábrica de Montemurlo, una localidad del departamento de Prato en la región de Toscana. Pese a la experiencia que tenía, D'Orazio murió por un accidente laboral. 

Sin que nadie lo esperara, la joven fue succionada por una máquina tejedora, por lo cual quedó atrapada en el rodillo de una urdidora. El hecho sucedió el pasado tres de mayo. Al momento del accidente se encontraba junto a un compañero de trabajo que estaba abocado a otra tarea y no llegó a escuchar los gritos de auxilio de la muchacha. 

Al lugar acudió la policía y los servicios de emergencia pero no pudieron hacer nada para salvarla. Según reveló la autopsia, la trabajadora textil murió aplastada por el engranaje de la urdidora en la que estaba enganchada, la cual la mató al instante. En medio del dolor, la madre de Luana, Emma Marrazzo, recordó a su hija su hija.

Contó que Luana era 'hermosa, buena, estaba contenta con el trabajo que hacía. Le gustaba trabajar'. Al funeral de la joven asistieron más de 500 personas entre las que se encontraban sus compañeros de trabajo, amigos, familiares, la dueña de la fábrica y hasta el gobernador de Toscana, Eugenio Giano, y los alcaldes de los municipios cercanos.