La menor de edad era australiana y de origen indígena. En declaraciones con el diario The West Australian, la madre de la nena aseguró que su hija estaba traumatizada y que “no se sentía segura” con el violador en libertad.

Además la progenitora sostuvo que la policía y los tribunales australianos defraudaron a su hija, que asistía al sexto año de su colegio.

El presunto abusador había sido arrestado el mes pasado y acusado de numerosos cargos de abuso sexual a menores de edad. Sin embargo, le fue concedida la libertad bajo fianza el mismo día que se presentó ante la Justicia. El sujeto es de edad avanzada por lo que le dieron el beneficio. Además vivía en el mismo pueblo que la familia de la menor. 

Ayer sus seres queridos se despidieron de la niña en el Hospital Infantil de Perth, a donde habían viajado luego de que ella se autolesionara esta semana.

Familiares expresaron su deseo de que se visibilizara el caso. “Solo quería que se conociera esto. Quiero que se escuche”, señaló una de las tías de la menor.

Estos casos en Australia siguen en aumento, a pesar de las inversiones por parte del Estado para erradicar y mantener a salvo a los menores.