El domingo, la región rusa del Cáucaso en Daguestán se convirtió en el escenario de ataques violentos que dejaron al menos ocho muertos, incluidos un sacerdote y seis agentes de policía. Videos de hombres armados no identificados, responsables de los ataques a una sinagoga y dos iglesias, comenzaron a circular en las redes sociales, mostrando la magnitud del horror.

A las 18:00 horas en la ciudad de Derbent, situada al sur de Majachkala, individuos no identificados asesinaron brutalmente al padre Nikolai Kotelnikov, un sacerdote de 66 años, degollándolo. Posteriormente, los atacantes incendiaron la Iglesia Ortodoxa de la Intercesión de la Bendita Virgen María y una sinagoga cercana. 

Un oficial de policía murió y otro resultó herido en el ataque. Las imágenes que circulan muestran a las fuerzas de seguridad rusas respondiendo al ataque, abatiendo a algunos de los sospechosos y tratando de controlar la situación en medio del caos. Según informes, los atacantes huyeron en un Volkswagen Polo blanco con matrícula 921.

El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia confirmó la muerte del religioso y detalló que los enfrentamientos continuaron durante la noche entre las fuerzas rusas y los atacantes. Las autoridades desplegaron un amplio operativo de seguridad para capturar a los responsables.

El presidente de Daguestán, Sergei Melikov, denunció el ataque como un “intento de desestabilizar a la sociedad” y pidió calma a la población. En redes sociales circulan imágenes de los supuestos atacantes, aunque la autenticidad de los videos no ha podido ser verificada.

En la capital regional, Majachkala, un puesto de la policía de tráfico fue atacado con armas de fuego, resultando en la muerte de un policía y seis personas heridas. Este incidente ocurrió en la calle Ermoshkina, cerca de otra sinagoga. Las autoridades han activado una operación jaula para intentar localizar a los responsables de este ataque.

Estos ataques ocurren en un contexto de creciente tensión en la región. En la noche del 29 al 30 de octubre del año pasado, una turba intentó atacar a los pasajeros de un vuelo procedente de Tel Aviv, en represalia por la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza. Más de 200 personas fueron detenidas en ese incidente, y hasta 20 resultaron heridas, incluidos nueve policías.

El embajador israelí en Rusia, Alexander Ben Zvi, confirmó entonces que ninguno de los heridos era ciudadano israelí. Este antecedente subraya la volatilidad y el potencial para actos de violencia sectaria en la región.

(Con información de AFP y Europa Press)