Nuevas restricciones se preparan para Europa en un intento por frenar la escalada incontenible de casos de  la nueva variante Ómicron que pone en jaque la recuperación económica mundial. Países como Alemania, Irlanda y Dinamarca piensan en medidas de cara a las fiestas navideñas, siguiendo los designios de Francia que desde esta semana cerro las fronteras a los británicos no residentes.

Con el ojo puesto en los viajes pero también en el cierre de bares y restaurantes, el viceprimer ministro irlandés, Leo Varadkar, se ve obligado a tomar medidas antipáticas. "Todos sentimos ira, frustración, consternación, depresión, pero eso no puede desviarnos de tomar las decisiones correctas para mantener a nuestra gente a salvo", dijo en Twitter.

Según las normas, que podrían anunciarse más tarde el viernes, los viajeros a Alemania procedentes de Reino Unido tendrían que estar en cuarentena durante dos semanas, dijo un portavoz del Ministerio de Salud alemán. La incertidumbre sobre el impacto que tendrá la rápida propagación de ómicron en la recuperación económica mundial se reflejó en los caminos divergentes tomados por los principales bancos centrales esta semana.