Se encendieron las alarmas tanto en España como en Francia, debido a la masiva cantidad de personas que salieron de sus casas, debido a la flexibilización de la cuarentena obligatoria. Debido a esto, las autoridades de ambas naciones europeas temen por un posible rebrote.

Uno de los lugares en donde se pudo apreciar este problema, fue en la región autónoma de Andalucía. En este lugar aparecieron fotografías de bares y restaurantes repletos de gente, que además no estaba utilizando los elementos de protección que recomienda el personal sanitario. 

En relación a este tema el consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre, declaró lo siguiente: "No podemos pasar del negro al blanco en un solo día", además agregó: "No se puede perder por una relajación de las costumbres". Además de este territorio, en Sevilla se comenzaron a clausurar algunos bares y restaurantes, como así también en Almería comenzaron a multar a aquellos comercios que no tenían permiso para atender al público.

Por el lado de Francia. tanto en París, como en Burdeos y Lyon, se pudieron observar aglomeraciones en los ingresos de algunas sucursales de la tienda "Zara", en donde claramente no se respetaba el distanciamiento social. Al igual que sucedió en Andalucía, la mayoría de estas personas no utilizaba tapabocas.