Un brutal crimen se produjo en el interior de una cárcel del vecino país de Brasil, más precisamente en el estado de Paraná. En este lugar un pedófilo se encontraba cumpliendo una extensa condena cuando de repente fue asesinado por otros tres reos. Los internos le cortaron el pene y le arrancaron el corazón.

El fallecido fue identificado como Alex Sandro de Souza Mota, un hombre de 30 años cumplía una condena de 23 años de prisión efectiva. Esto se produjo ya que fue encontrado culpable de abusar sexualmente de su propia hija de apenas 5 años de edad. Debido a ello fue privado de su libertad en una celda de la cárcel de PECO.

Allí el pasado de agosto fue asesinado por su propio compañero de celda y otros dos presos. Estos sujetos utilizaron un cepillo de dientes muy afilado para apuñalarlo, cortarle el pene, metérselo a la boca y luego arrancarle el corazón. Lo más enfermizo de todo es que uno de ellos se guardó este órgano vital dentro de un frasco.

Apenas concretaron el asesinato todos limpiaron rápidamente la escena del crimen al punto de que las autoridades no encontraron ningún rastro. Todo salió a la luz recién cuando uno de los responsables confesó todo ante efectivos policiales. Este sujeto se justificó diciendo que lo hizo para "obedecer a las voces de su cabeza".