Una mujer casi comete uno de los peores errores de su vida en el país norteamericano de Estados Unidos. En Massachusetts una mujer compró un billete de lotería en un local cercano a su casa. Nunca terminó de raspar todos los números y terminó botando el ticket desilusionada. Sin embargo ese era el billete ganador y los dueños del establecimiento le avisaron días después.

La protagonista de esta historia es una mujer llamada Lea Rose Fiega, una clienta habitual de un local comercial llamado "Lucky Stop". Hace algunos días ella se sintió afortunada y tomó la decisión de gastarse 30 dólares para probar suerte en la lotería local. 

Quienes atendían allí eran los propios dueños del lugar, con quienes ya tenía una buena relación. Efectivamente le dieron el tan ansiado cartón y ella empezó a rasparlo para ver si los dígitos coincidían de la manera adecuada. Fiega vio que los primeros números no se repetían así que se sintió desilusionada y le pidió al trabajador que lo tirara a la basura.

Unos diez días después de que esto sucediera Abhi Shah, hijo de los dueños, se puso a revisar los boletos que habían en el tacho. Comenzó a raspar todos los que no habían sido completados y se encontró con una enorme sorpresa. Uno de ellos entregaba un premio de 1.000.000 de dólares. El chico le avisó a sus padres, quienes confirmaron que era el que había comprado Lea Rose.

Al encontrarse en esta situación la familia no sabía que hacer. No se decidían si quedarse callados y quedarse con el dinero o avisarle a su fiel clienta lo que había pasado. “Lo primero que pensé fue en comprar un Tesla. No dormimos durante dos noches. Llamamos hasta a mis abuelos en India y, nos dijeron que lo devolvamos porque no querían el dinero’”, reveló Abhi a un medio local. 

Finalmente decidieron hacer lo correcto y llamar a la compradora. “Al entrar a la tienda y recibir el billete, la feliz mujer lloró de la emoción. Se asustó y lloró como un bebé. Siento que me he ganado el corazón de más de un millón de personas, así que estoy feliz. Puedo dormir tranquilamente por la noche pensando que no engañé a nadie”, relató la familia.