Se trata de la fluvoxamina, un medicamento económico y que según un estudio científico es muy eficaz para evitar muertes por COVID-19. El fármaco es utilizado para afecciones como la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo, los resultados de los ensayos clínicos demostraron que atenúa las respuestas inmunitarias y el daño tisular.

Los participantes del estudio tomaron el medicamento bajo indicación en la primera etapa de la enfermedad. Las muertes se redujeron casi en un 90% y los cuadros de internación grave en un 65%. Si bien la vacunación es la primera opción para combatir el coronavirus, no implica que las personas no se contagien, aunque el uso más específico de este remedio seria mayormente indicado para los casos de personas que no han recibido la vacuna o no puede recibir anticuerpos monoclonales.

Los autores del estudio son Vikas Sukhatme de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory en Atlanta, Georgia, que estudia la reutilización de fármacos y Angela Reiersen, psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri.

El bajo costo de la fluvoxamina podría hacerla accesible en todo el mundo, dice el coautor del estudio Edward Mills, investigador de salud de la Universidad McMaster en Hamilton, Canadá. Un curso de diez días cuesta sólo unos 4 dólares y las patentes del medicamento han expirado, lo que significa que cualquier empresa puede producirlo.

Los resultados del ensayo, publicados el 27 de octubre y revelan que la fluvoxamina es una de las pocas terapias que muestran una fuerte evidencia de prevenir la progresión de COVID-19 leve a grave. Los únicos tratamientos en etapa inicial recomendados actualmente por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. Son los anticuerpos monoclonales, que son costosos y difíciles de administrar en un entorno ambulatorio.

Fuente: nature.com