Una triste y tierna historia se conoció recientemente en Italia, más precisamente en la provincia norteña de Lecco. En este lugar una adulta mayor de 94 años de edad llamó a la Policía alertando sobre un robo que había sufrido. Sin embargo cuando los efectivos llegaron se dieron cuenta que no era real y que la mujer sólo quería a alguien que le hiciera compañía.

Esta jubilada, de la que no trascendió el nombre, vive sola y no tiene a ningún familiar o amigo que la visite regularmente para saber como esta. A raíz de ello se le ocurrió llamar a las autoridades diciendo que había sufrido un robo en el interior de su casa, para que vinieran a estar con ella.

Efectivamente minutos después de esa denuncia una pareja de efectivos policiales llegó a su vivienda. En ese momento se dieron cuenta que habían sido engañados y que no sucedió nada allí. Sin embargo no presentaron cargos contra la señora porque se dieron cuenta que lo único que buscaba era poder hablar con alguien.

A raíz de ello los policías se quedaron a escucharla y la consolaron ya que les contó que se sentía muy triste por estar sola todo el tiempo. No sólo la acompañaron ese día, sino que regresaron a la jornada siguiente con pasteles para ella. De esta manera la anciana comenzó a considerarlos como sus "nuevos nietos".