Con solo un día de vida Paul Joseph Fronczack desapareció el 26 de abril de 1964. Ese día después del nacimiento, una mujer vestida de enfermera tomó al nene de la habitación de su madre en un hospital de Chicago.

Esa mujer les dijo a los padres del pequeño, identificados como Chester y Dora Fronczak, que iría a ver al doctor con el recién nacido, por lo que la desesperada pareja denunció el rapto.

El FBI se metió de lleno con la investigación y dos años más tarde encontraron a un menor abandonado en New Jersey. Los padres desesperados creyeron que este era su hijo y lo criaron como tal hasta que a la edad de 10 años el pequeño comenzó a tener dudas y, finalmente, un ADN determinó que el menor no era hijo de esta gente.

Inmediatamente el FBI se puso al tanto de la situación y reabrió el caso. Finalmente una genealogista que ayudó en la pesquisa, CeCe Moore, confirmó el pasado 14 de diciembre, 55 años después, que el hijo de los Fronczack había sido localizado y vivía en una zona rural de Michingan.

"Nuestra investigación sobre este asunto continúa mientras seguimos buscando todas las pistas. Pedimos privacidad para las víctimas mientras continuamos investigando los hechos que rodean este caso", dijo en encargado de la información. Hasta el momento, no se sabe si el hombre se contactará o no con su familia biológica.