Un hecho totalmente impactante y enfermizo salió a la luz recientemente en Estados Unidos, más precisamente en Virginia Occidental. Lo que sucedió fue que una joven madre asesinó a tiros a sus cinco hijos, incendió la casa donde vivían y luego se disparó a si misma en la cabeza.

La responsable del hecho fue una joven de 25 años de edad llamada Oreanna Myers, quien vivía con sus cinco pequeños en el estado norteamericano de Virginia Occidental. Esta mujer, que padecía problemas mentales, cometió un crimen extremadamente grave en el que terminó con la vida de cinco niños.

El pasado 8 de diciembre Myers tomó un arma de fuego y asesinó uno a uno tanto a sus tres hijos biológicos, como a los dos hijos de su actual pareja. Todas las víctimas tenían menos de 7 años de edad. Acto seguido la asesina desató un incendio dentro de su vivienda e instantes después se disparó a si misma en la cabeza.

Una vez que un equipo de bomberos junto con un grupo de efectivos policiales llegaron al lugar, encontraron una serie de cartas que había escrito la mujer. En uno de estos escritos titulado "Mi confesión", la joven admitió haber sido la responsable de todo y pidió que las autoridades ayuden a las personas que como ella sufrían de problemas mentales. 

"Lamento que la salud mental sea algo serio. Espero que algún día alguien ayude a otros como yo. La salud mental no es para bromear ni para tomarla a la ligera. Cuando alguien ruega, suplica, clama por ayuda, por favor ayúdenlo. Puede que salven una o varias vidas", había redactado Myers.

En otra de las misivas la criminal le pedía perdón a su madre, expresándole que esto no era culpa de nadie. “Lo siento. Esto no es culpa de nadie. Mis demonios me ganaron y no hay vuelta atrás. Siento mucho no haber sido lo suficientemente fuerte ", escribió. Finalmente instantes antes de los asesinatos la responsable también le había pedido perdón mediante un mensaje de texto a al padre de dos de las víctimas fatales.