Un arreglo defectuoso en la calle Pedro Echagüe, entre Avenida Alem y Santiago del Estero, provocó un hundimiento del asfalto que lleva tiempo sin ser reparado. Sucede en Capital, donde los vecinos cansados de esperar soluciones, decidieron tomar cartas en el asunto de una forma ingeniosa y creativa: construyeron un muñeco improvisado, al que ya apodan 'espanta pozos' o ‘espanta autos’, para alertar a transeúntes y conductores sobre el peligro.  

Al mejor estilo de un espantapájaros, este señalador improvisado consiste en un palo de escoba clavado en una grieta del asfalto, coronado con un balde roto y adornado con bolsas de plástico para hacerlo más visible. La intención es clara: evitar que los vehículos –incluidos colectivos que circulan por la zona– sufran daños al toparse con el bache.  

El pozo en sí ya hizo estragos, provocando que muchos terminan golpeando la parte baja del vehículo, lo que genera un daño importante, comentaron vecinos que, hartos de esperar una intervención oficial, se organizaron para improvisar esta señalización.  

El origen del problema se atribuye a un mal trabajo de compactación del terreno donde la tierra no se secó correctamente y provocó que el pavimento terminara cediendo.

Con este muñeco, la gente de la zona esperan que los conductores lo detecten a tiempo y puedan esquivar el bache sin sufrir daños en sus vehículos.  

Con una línea de colectivos que circula a diario por la zona, el peligro es constante, sin embargo los vecinos y circundantes esperan respuestas. Por mientras, este muñeco es la solución.