Ante unas 25 mil personas y en medio de un clima de algarabía y festejos, culminaron en el departamento de Ullum dos noches mágicas en el corsódromo departamental. El espectáculo comenzó alrededor de las 22, cuando la limusina municipal fue la encargada de trasladar las reinas de la primavera, del carnaval y a la embajadora Cinthia Muñoz. Posteriormente, las cinco comparsas volvieron a demostrar lo mejor de su brillo y color, ante 15.000 personas, que no pararon de aplaudir y de bailar al ritmo de la música. 

La explosión de la noche se vivió con los bailarines de la comparsa Marí Marí, que hicieron bailar a la multitud que colmó los 600 metros de corsódromo. También desfilaron comparsas invitadas, resultando ganadora la representante del departamento de Chimbas, "Unidos por el Ritmo", quienes simbolizaron "El exorcista". La nueva Reina del Carnaval fue la representante de la Comparsa Ritmo Total, Celeste Guadalupe Pinto, y la Reina Menor, Dasha Matamoro de la Comparsa Samba Kids, mientras que como mejor pasista fue elegida Sabrina Lezcano de Talento de Barrio. 

La mejor comparsa local y por segundo año consecutivo resultó ser Sentimiento Villero quienes continúan escribiendo la historia del Carnaval en "Ullum están Chayando". Las dos noches tuvieron jurados destacados e invitados especiales, entre ellos los intendentes de Chimbas, Fabian Gramajo, de Angaco, Carlos Maza, de Zonda, Miguel Atampiz, el secretario de Tránsito y Transporte de Transporte, Jorge Almendariz, el director de Políticas Alimentarias, Horacio Pelaytay, entre otros. 

El intendente Leopoldo Soler agradeció a Dios por estas dos noches y felicitó al público de Ullum, porque se no se registró ningún incidente durante las dos jornadas y destacó la intención de preservar el nivel y conservar por siempre el carnaval de la familia. En los meses de preparación y organización, el corsodromo renovó luces y hubo pantalla transmisión en vivo, comparsas locales e invitadas, fuegos artificiales,  bailarines de Gualeguaychú y tribunas colmadas, demostrando la pasión que sienten los ulluneros por el carnaval.