Los estafadores no se dan tregua ni en prisión y este es el caso de delincuentes de Córdoba que llegaron a robar más de 18 millones de pesos. El operativo que tenían era hacerse pasar por empleados de ANSES o multinacionales.

14 hombres y 5 mujeres, fueron detenidas hoy, acusadas de integrar una banda que estafaba vía telefónica y desde el penal cordobés de Bouwer como centro de operaciones. Ellos accedían a cuentas bancarias de beneficiarios del IFE. Esta maniobra los recaudar  alrededor de 18 millones de pesos por mes.

Se calcula que la banda delictiva comenzó a operar desde el 26 de marzo de este año, luego de decretarse el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) dispuesto por el Gobierno nacional para mitigar la propagación del coronavirus.

El modus operandi de estos delincuentes se basaba en realizar llamados a personas que eran beneficiarios del IFE haciéndose pasar por empleados de ANSES y/o de empresas multinacionales.

Una vez que lograban obtener la atención de la víctima, la hacían dirigirse a un cajero automático y les solicitaban que modificaran las claves personales y que se las comunicaran para de esta manera vaciar las cuentas bancarias y solicitarles préstamos personales.

Tras la denuncia de 70 damnificados en la zona norte del conurbano, más precisamente en las localidades de San Isidro, San Fernando, Pilar y Tigre, el fiscal general de San Isidro, John Broyad, ordenó comenzar con la investigación y puso al frente de ella a su adjunto, el fiscal Ferrari.

Una vez finalizada la investigación, tras cuatro meses de cruzamientos de llamados e información, el juez de Garatías 7 de Pilar, Water Seattone, avaló el pedido del fiscal Ferrari para realizar 44 allanamientos en las celdas de la cárcel de Bouwer y en los domicilios particulares de los acusados.

Además de los nueve detenidos en el penal cordobés, se apresaron a diez imputados que realizaban la logística para los cobros y se está investigando la participación de al menos 30 personas más, que se cree que actuaron de “bancarios”, es decir, prestaron su nombre para realizar las transferencias con el dinero robado.