Este miércoles personal de la División de Delitos Especiales dio con un joven acusado de un asesinato en San Martín en 2015. Desde ese año estuvo prófugo, hasta la madrugada en que en un allanamiento en Angaco lo detuvieron.

Se trata de Esteban Exequiel Herrera de 28 años apodado ‘El Gordo Exi’. El muchacho está acusado de haber sido parte de la banda delictiva que entró a la casa de la víctima, robarle una moto, una celular y 30.000 pesos que había cobrado, dispararle tres veces y darse a la fuga, según detallaron en su momento fuentes judiciales a Canal 13.

El crimen se originó el 25 de mayo del 2015 sobre las 22 horas, cuando Marcelo Omar Godoy de 44 años recibió tres tiros en su casa ubicada en el departamento San Martín. Uno de ellos le atravesó el corazón y le provocó la muerte en forma inmediata. Todo para robarle 30.000 pesos que había cobrado, su celular y su moto. En ese entonces, el juez Benedicto Correa, del Quinto Juzgado de Instrucción, sacó una resolución con el resultado de su investigación, con la cual procesó a cinco de las siete personas imputadas originalmente.

En su investigación el magistrado logró juntar pruebas para determinar que la banda de los cinco procesados se puso de acuerdo para ir desde la Villa Lucrecia, conocida como Cueva del Chancho, en Chimbas, hasta San Martín, donde iban a robarle el dinero que sabía que había cobrado Godoy.

Antes de llegar a la casa de Godoy, dejaron estacionado el auto Renault 6 y tres de ellos de apellidos Salinas, Benegas y Palacios, fueron directamente a la casa donde la víctima vivía solo. Luego se escucharon los disparos y el hermano de la víctima vio correr a tres hombres, quienes se llevaban la moto.

Luego la investigación policial logró dar con la moto, el celular en mano de uno de los delincuentes y así pudieron reconstruir lo ocurrido y las responsabilidades penales de cada uno en el salvaje crimen.

Toda la secuencia fue por demás violenta. Según el informe de la forense Beatriz Vázquez, a Marcelo Godoy se le extrajeron tres proyectiles de su cuerpo: del estómago, del hígado y del sacro. Allí se precisa que el disparo más dañino fue el que le entró por el costado derecho del pecho y le atravesó el corazón. Todos los tiros fueron con un revólver calibre 32 largo, hechos a "larga distancia y/o que estaba vestido”, señaló el informe.

En su conclusión, el juez Correa afrimó que el homicidio no tuvo otro fin que el de evitar que la víctima les entorpeciera el robo de 30.000 pesos, el celular y la moto. Uno de los delincuentes sabía que había cobrado una suma de dinero y lo conocían de las visitas de la víctima a la Cueva del Chancho a contratar servicios sexuales.

En base a testimonios de un hermano de la víctima, quien vive frente al domicilio en el que se produjo la masacre, vecinos, peritajes policiales y el relato de los mismos imputados (quienes ubican a cada uno en los lugares que tuvieron en la escena del crimen), el juez Correa sacó el auto de procesamiento.

En el juicio, los condenados a perpetua fueron Esteban Daniel Salinas de 19 años, Alexis Exequiel Benegas de 20, José Alfredo Palacios de 20 y Aldana Elizabeth Herrera 19. Los cuatro fueron procesados por el delito de homicidio criminis causa y robo poblado y en banda. Además, el juez Correa les trabó a los cuatro un embargo de 100.000 pesos.