La victima del horrible hecho es Yuliana González, quien ya no sabe qué hacer.  Es que el miedo se volvió algo cotidiano por culpa de un hombre que vive constantemente hostigándola a ella, su familia y amigas. 

Este hombre no solo se conforma con las amenazas contra ella sino que también a su hija. Inclusive llegó a publicar datos personales y en un momento colocó las fotos de su hija de 12 años en una página de citas. Atrás de todas estas maldades esta Julio Rosales, un remisero que se obsesionó con Yuliana pero al no tener lo que quiere le hace la vida imposible. 

Ellos se conocieron por trabajo en el 2020, ella era repostera y usaba al chofer para mandarle sus pedidos a los clientes debido a que no podía salir por el confinamiento de la pandemia. Todo estuvo bien hasta que le pidió una torta para su hija, pero jamás la pagó. Desde ahí el comportamiento cambió rotundamente.

El hostigamiento inició con llamados diarios, mensajes de audio con sonido de películas pornográficas de fondo, pintadas en su edificio con sus datos y teléfono, fotos del sospechoso desnudo. La joven comentó a la Justicia que la policía la llegó a visitar hasta 6 veces por día por denuncias falsas y hasta ir en persona a vigilar desde afuera el departamento.  

Luego de cientos de denuncias la justicia ordenó detener al hombre. Con el preso hubo cierto alivió, pero en cuanto salió hubo represalias terribles. La mujer aludió a que desde diciembre volvió a padecer el acoso. En el CAVIG lo denunció pero ya no aguanta una vida consumida por el terror. 

Atroz hostigamiento que sufre una sanjuanina y su hija

Por redes se contacta  con ella, sus amigos, pareja. A todos les envía mensajes denigrantes y violentos sobre la pastelera. Además le advierte de que debe tener cuidado con su hija de 12 años. De quien posteo fotos de ella en una página de citas. Por este caso Yuliana manifestó "los otros días ella estaba haciendo un vivo con sus amiguitas en Instagram y un tipo le preguntó que cuánto cobraba".

La menor le explicó que este hombre tenía todos sus datos y debió intimar a la página en cuestión para que bajen la información. También comentó que en su domicilio  comenzó a recibir visitas de hombres que habían visto los avisos en la página web y que fueron buscando un encuentro sexual.

El desesperado pedido de esta mujer es por seguridad y tranquilidad. Solo estando preso podría seguir en paz con su vida, la cual esta destruida por culpa del remisero.