Dos ciudadanos chilenos fueron descubiertos este miércoles por una patrulla de gendarmes realizando una actividad poco común: estaban extrayendo minerales de forma ilegal en una zona conocida como Zancarrón, en Iglesia. Lo insólito del caso es que tras ser sorprendidos, abandonaron el campamento, dejando atrás todos sus equipos. Pero a las horas regresaron y fueron detenidos por orden de la Justicia Federal. 

Fuentes de esa fuerza indicaron que el operativo ocurrió a las 12 cuando gendarmes del Escuadrón Jáchal recorrían la zona donde hay una vieja mina y vieron a varias personas haciendo pirquineo (actividad minera artesanal), quienes al verlos escaparon hacia Chile. Atrás quedaron máquinas y herramientas que usaban los “mineros ilegales”. 

Los gendarmes se quedaron en la escena haciendo un inventario de las herramientas secuestradas: un generador marca Torine, una miniexcavadora Truper, un martillo percutor eléctrico marca Makita Avt, una amoladora, dos martillos, dos linternas, dos mechas de martillo percutor, una barreta de metal, dos máscaras de oxígeno marca Niosh, cables, un celular y una licencia de conducir chilena. 

Tres horas después, los efectivos se llevaron una sorpresa: dos de los sospechosos regresaron a la escena y fueron apresados por los uniformados. Por orden de la Justicia Federal, se ordenó que sigan detenidos y que se realicen una serie de peritajes en la escena, precisaron las fuentes.