En el 2017 dos policías que acribillaron a balazos a dos jóvenes en la zona sur de Rosario. Ellos fueron condenados este jueves a prisión perpetua por los delitos de "homicidio agravado por abuso de función o cargo en su carácter de miembro integrante de las fuerzas públicas".

Además, otros 17 integrantes del Comando Radioeléctrico y de la Policía de Acción Táctica recibieron penas de entre uno y siete años de prisión. Esto se debe al encubrimiento de la causa

David Campos, un empleado metalúrgico de 28 años, y Emanuel Medina, un comerciante de 32, atravesaron aquel día un semáforo en rojo. Este hecho fue  lo que inició una persecución policial que finalizó cuando impactaron con el Volkswagen Up en el que se conducían contra un árbol. Tras esa colisión fueron acribillados. Uno de ellos, Medina, que era el conductor, recibió diez impactos de bala, en tanto Campos, tres.

En el hecho del crimen se plantaron dos armas para simular un enfrentamiento, se hicieron desaparecer vainas policiales y hasta se colocaron restos de pólvora en las manos de Campos para hacer creer que disparó. Sin embargo, para el pesar de los policías, las pericias determinaron que no hubo cruce de disparos y que las víctimas no estaban armadas.

La investigación determinó que los policías Alejandro Bustos y Leonel Mendoza, quienes recibieron la condena a prisión perpetua, dispararon con sus armas reglamentarias contra las dos víctimas. Bustos lo hizo desde el lado del conductor y Mendoza del sector opuesto.

En tanto el policía Hugo Baroni, involucrado como parte de la operación para ocultar y adulterar las pruebas del operativo, fue condenado a cinco años. Otros trece también recibieron penas a tres años de prisión de ejecución condicional por el encubrimiento doblemente agravado por la gravedad del delito y por ser funcionarios públicos.

Según dieron a conocer, quince de los diecinueve condenados cumplirán penas de ejecución condicional por el delito de encubrimiento. Dos de las agentes involucradas en el operativo, que se quebraron y colaboraron ofreciendo su testimonio, fueron beneficiadas recibiendo condenas de un año.

El fiscal Adrián Spelta consideró que el aporte de las dos fue “trascendental” para “quebrar un pacto de silencio” y desmontar el “protocolo de encubrimiento” que se armó para ocultar las motivaciones que llevaron a cometer el doble homicidio.