El pasado sábado fue hallado carbonizado el cuerpo de Agostina Gisfman, quien había sido reportada como desaparecida el día anterior. El cadáver quedó irreconocible pero por algunas pertenencias sus familiares la identificaron. Esto hizo recordar a lo que sucedió con Fernanda Pereyra en el 2017.

En ese momento el hallazgo fue a tres kilómetros de Chos Malal por la Ruta Provincial 6 en Rincón de los Sauces, en la provincia de Neuquén. Se trataba del cuerpo calcinado de una joven de 26 años de edad que se encontraba embarazada y había desaparecido hacía 48 horas.

Si bien no había forma de reconocer los restos sin una prueba de ADN, en el lugar del crimen se encontraron diversos objetos. Se trataba de una cadenita y tres anillos. Estos efectos fueron entregados a los allegados de Fernanda, quienes tristemente confirmaron que eran de ella.

Por el momento se desconoce quien fueron los responsables del femicidio, sin embargo se determinó cómo habrían actuado. Se cree que el o los agresores le habrían propinado una puñalada letal a Pereyra. Una vez que constataron que había muerto la taparon con cubiertas, la rociaron con combustible y la prendieron fuego.