En las últimas horas salió a la luz una impactante estafa en la que cayeron tres sanjuaninos. Se trata de tres personas vinculadas al comercio, a los cuáles les prometieron que iban a recibir un préstamo millonario en dólares. Sin embargo, les terminaron arrebataron más de 91 millones de pesos.

Si bien las autoridades han decidido no dar a conocer el nombre de los afectados, se saben que están vinculados al comercio y a una constructora. De acuerdo a lo que informó Tiempo de San Juan, hacen unos tres meses atrás que dos de los afectados venían negociando un préstamo que se aproximaba al millón de dólares.

Quienes iban a entregarles este dinero eran tres supuestos financistas colombianos, radicados en Buenos Aires. Luego de esta extensa negociación, estos presuntos ‘prestamistas’ aceptaron viajar a San Juan para entregarles esta importante cantidad de dinero. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que estos sujetos les pidieron entregar 80 mil dólares en calidad de garantía.

Estos dos sanjuaninos decidieron contactar a un conocido en común, el cual seguramente los iba a ayudar a completar esa cantidad que pedían los colombianos. Efectivamente los convencieron y se asoció con ellos, por lo que participó de la esperada reunión, la cual se dio por la tarde del 12 de noviembre en una oficina ubicada en el centro sanjuanino.

Allí se presentaron los viajeros con una caja fuerte portátil, la cual abrieron frente a los sanjuaninos para mostrarles los dólares. Sin embargo, en ese contexto plantearon que para que la operación fuera más transparente, el conteo debía realizarlo un contador que también habían convocado. De esta manera exigieron esperar a esta persona, sin antes solicitar los 80 mil dólares en cuestión. 

El supuesto contador no aparecía, por lo que los supuestos colombianos manifestaron que saldrían por un rato y luego volverían para cerrar la operación. Si bien esto parecería sospechoso, ellos se encargaron de llevarle tranquilidad a los comerciantes dejando en esa oficina la caja fuerte. 

Lo que ellos nunca esperaron es que estos sujetos nunca volvieron y se llevaron sus miles de dólares. Al notar que el tiempo pasaba, ellos empezaron a desesperarse y llamaron a un cerrajero para que abriera la caja fuerte. Ahí descubrieron lo peor: la misma estaba repleta de papeles recortados con forma de billetes. Sólo habían un puñado de dólares reales.

Por este motivo los afectados realizaron una denuncia y ahora el caso están en manos del personal de la UFI Delitos Informáticos y Estafas. El encargado principal de esclarecer el caso es el fiscal Nicolás Alvo.